Nos encanta el smokey eye en todos sus formatos: con brillos, metálicos y en todos los tonos del arcoiris! Sin embargo, es muy difícil lograr un look apropiado para el día, ya que solemos recurrir al delineador negro y a las sombras plateadas. Es algo inevitable, ¿no? Para ayudarte a remediar esta costumbre pedimos a una maquilladora que nos de la receta de un smokey eye simple y casual en sólo cuatro pasos.
Sigue leyendo para ver cómo se hace!
Antes
Antes de partir tu smokey eye, asegúrate de peinar tus cejas para enmarcar tu cara.
Paso 1: Pinta tu párpado
Usando un pincel grande de sombra, presiona con suavidad una sombra que sea ligeramente brillante y de un color marrón grisáceo, en el centro y esquina interior de tu párpado. Luego, da vuelta el pincel para suavizar el color en los bordes y también aplica la sombra bajo la línea de tus pestañas de abajo.
Paso 2: Difumina el color
Usando un café más oscuro y mate, toma un pincel que difumine y aplica el color suavemente con movimientos circulares en la esquina exterior de tu ojo. Crea más profundidad mezclándolo hacia la cuenca. Evita que esto se convierta en un look de noche aplicando este color suavemente y en un área controlada.
Paso 3: Delinea
Con el delineador, quieres definir los ojos pero no ver la línea. Parte en la esquina externa, y con trazos cortos haz una línea desordenada en la base de la línea de las pestañas. A medida que avanzas hacia la esquina interna, haz tus trazos más delgados y suaves. Luego, toma el pincel plano que usaste antes y úsalo para difuminarla. Repite en la parte de abajo del ojo.
Paso 4: Máscara
Día o noche, ningún smokey eye está completo sin pestañas encrespadas y una buena dosis de máscara.