El concepto de aprender a usar bronceador es simple, ¿cierto? Simplemente encuentra un tono más oscuro a tu base, y aplícalo en tu cara para lograr un look como que acabas de salir de la playa.
Pero resulta que el bronceador además de ayudar a darte un color sano y tostado, puede ser usado para múltiples cosas y trucos. Aquí te dejamos nuestras formas favoritas de usar polvos bronceantes.
Sigue leyendo.
Para un bronceado natural
Usar bronceador puede ser un poco intimidante. Crees que tienes el tono correcto y terminas pareciendo un oompa loompa! Para lograr un bronceado natural, usa un bronceador que complemente tu tono de piel (frío o cálido) y asegúrate de aplicarlo con un pincel grande y redondo para una distribución difuminada y sutil. Quieres que los polvos caigan de manera pareja y suave sobre tu cara, sin acumularse y que parezcan suciedad.
Como rubor
A veces uno se cansa de usar siempre los mismos rubores de tonos rosas y naranjos, pero te sientes desnuda sin algo en tus mejillas. Intenta usar un tono más claro de bronceador en vez de esos rubores súper pigmentados.
Para enfatizar tus pómulos
Tal vez contornear como Kim Kardashian no sea lo tuyo. Intenta en cambio agregar un poco de bronceador donde estén tus pómulos para resaltarlos, y luego aplica rubor.
Para tener más escote
Si vas a salir de noche y quieres mostrar un poquito más tu figura, simplemente oscurece las areas donde se marca tu escote para acentuarlo. Hazlo con un pincel grande y poco producto para que no sea demasiado evidente!
Para verte más delgada
Si quieres lucir un cuerpo de revista, aplica un poco de polvos bronceantes en tu estómago para que cuando la luz te pegue, el contraste de la ilusión de una zona abdominal más plana y delgada (simplemente asegúrate de no estar usando blanco ese día).
¿Cuál es tu técnica favorita? Cuéntanos en los comentarios!