Nadie es perfecto, y cuando se trata de los tediosos hábitos de belleza, incluso las expertas son culpables de saltarse algunos. Hoy te tenemos una lista con testimonios de algunas de las expertas más influyentes donde confiesan sus malas costumbres en el area.
¿Por qué confesarían editores de belleza que no siempre practican lo que predican? Admitiendo públicamente sus malos hábitos, buscan alentarte a admitir y trabajar en los tuyos, así que sigue leyendo e inspírate a mejorar costumbres de belleza!
1. No dejar tranquilos los puntos negros
“Afortunadamente no tengo tantos puntos negros, pero eso no evita que cada vez que vea uno lo apriete con mis uñas, generalmente sin lavar mis manos antes. Se que es asqueroso y está mal, y tengo pequeñas cicatrices que lo prueban. Si tienes que apretar algo en tu cara, lava tus manos y prepárate haciendo una limpieza profunda de la piel. Una vez que entres a apretar tu grano, si no sale fácilmente entonces déjalo porque significa que no está listo.” – Ingrid, Directora de Belleza.
2. No echar bloqueador en el cuello, pecho y hombros
“Hace tiempo que sé que cuando se trata de envejecer, es mejor prevenir que curar, pero recién ahora me estoy dando cuenta de lo dañada que se ve la piel de mi pecho en comparación a mi cara que ha recibido cuidados diarios desde hace años.” -Bárbara, Editora de Belleza.
3. No aplicar base con brocha
“Hice un experimento para ver la real diferencia entre aplicar la base con dedos y una brocha, y me convencí de que la segunda es mejor. Usar una brocha me da una cobertura muy natural y con menos brillo, sin embargo sigo usando las herramientas que la naturaleza me dio… Tal vez sea porque soy tan mala lavando mis brochas y se siente como que es demasiado esfuerzo, pero realmente no es y los resultados lo valen! #DeboTratarMás” -Bárbara.
4. No usar crema de ojos
“La delicada piel de alrededor de los ojos muestra los primeros signos de envejecimiento. Y a pesar de la abundancia de cremas livianas y serums a los que tengo acceso, simplemente no puedo incluirlas en mi rutina de cuidado de la piel. Cuando vea mis primeras líneas de expresión estoy segura que comenzaré, pero hasta entonces…” -Catalina, Escritora de Belleza.
5. No darle descanso al cabello entre lavados
“Tengo que peinar mi cabello con mousse cada día para mantener mis rulos sin frizz, así que lo lavo a diario para que no acumule producto. La mayoría de los especialistas advierten sobre lavarlo a diario porque se seca y queda sin nutrientes (además tiño mi cabello, así que el color se va más rápido). Sin embargo uso un shampoo sin sulfatos, que ayuda con mi cargo de conciencia! -Catalina.
6. No hidratar el cuerpo a diario
A pesar de hidratar mi cara a diario, no puedo decir lo mismo del resto de mi cuerpo… Tengo muchas cremas ricas en casa pero simplemente no las uso. Cada vez que me hacen masajes mi terapeuta comenta lo seca que está mi piel que parece absorber los aceites y cremas instantáneamente, pero no puedo ir a mi casa y hacerlo yo misma… -Lucía, Escritora de Belleza.
7. No lavar los pinceles de maquillaje
“Confesión: nunca he lavado mis brochas para los polvos. Simplemente no me dan ganas. Soy floja y como siempre me demoro décadas en lavarlas, y después hay que esperar aún más a que sequen… ¿Quién tiene tiempo?! Dicho esto, sí lavo mi brocha para la base regularmente (bueno, cada seis semanas más o menos), pero sólo porque noto una diferencia en cómo aplica el producto. He intentado adquirir el hábito pero probablemente mis brochas sigan sucias por siempre. Hasta que hagan que me salgan granos o algo…” -Lucía.
8. No mantener las cejas en condiciones
“Después de haberme sacado demasiado las cejas durante mis años adolescentes, ahora no puedo soportar hacerles nada. Simplemente dejo que crezcan esperando que algún día sean tan grandes como las de Cara. He pensado en depilarlas con hilo para que se vean más prolijas, pero me da terror. Simplemente necesito juntar valor…” -Laura, Escritora de Belleza.
9. No molestarse con una pedicure
“Cuando se trata de pintar mis uñas soy obsesiva. Nunca terminé la escuela de belleza, pero siempre agradeceré que la experiencia me enseñó a hacer una buena manicure. Si pinto la cutícula o marco el esmalte antes de que seque lo saco completamente y parto de nuevo. Pero cuando se trata de pintar las uñas de mis pies, honestamente no me importa. Una pedicure casera es una de las cosas más aburridas, así que siempre intento terminar lo antes posible y mientras antes me pueda poner los calcetines mejor!” -Laura.