Si todos van a la derecha, anda a la izquierda… Mientras que todas las tendencias de decoración invitan a agregar más color a nuestras casas, acá hay un ejemplo de una vivienda que prefirió mantenerse fiel a su pasión: el blanco.
Su estética ultra limpia y minimalista nos prueba que el blanco puede ser mucho más interesante de lo que parece a simple vista. Sin embargo, para lograr eso, hay que jugar con diferentes tonalidades, texturas y materialidades. Además, es clave agregar puntos de color, como un gran ramo de flores, plantas o acentos -como en este caso- dorados. Aquí, cada detalle importa, como la sutil diferencia de tonalidad entre muros y puertas, por ejemplo.
Sigue bajando para ver el resultado cuando se trata de correr un poco de riesgos en la decoración.