Sí, la felicidad también se trabaja.
Aunque no lo creas, el cerebro se puede entrenar para ser más feliz y depende de nosotras y de las desiciones que tomamos, cómo podemos construir nuestra propia felicidad y bienestar.
La felicidad no se puede alcanzar si nosotras no hacemos un trabajo anterior, por eso acá te dejamos 9 claves que te ayudarán a lograr un máximo nivel de bienestar.
#1: Acepta la realidad y no luches contra ella.
La felicidad está directamente relacionada con nuestros pensamientos. Es por esto que hay personas que en contextos difíciles saben ser más felices que otras que teniéndolo todo no consiguen serlo. No depende de cuánto tengas o de lo que logres sino de cuanto pienses en lograr ser feliz. Y es que el gran error que cometemos es querer que el momento presente sea perfecto tal y como nosotros mismos consideramos la perfección. La única manera de ser feliz es aceptando la realidad, amando lo que es. El estar luchando constantemente contra la realidad solo genera sufrimiento.
#2: Pon atención a tus quejas.
Dicen que las personas que no se quejan son más felices. Intentar dejar de quejarse es ir contra una mismo, entonces, observa tu queja, acéptala. ¿Cómo te hace sentir? ¿Qué pensamientos la sustentan? Anota estos pensamientos, haz una lista, cuestiónalos.
#3: No trates de cambiar a los demás.
Otro de los grandes errores que cometemos y que nos impiden ser más felices es intentar cambiar a las personas que nos rodean. Si pensamos que alguien ‘no debería mentir’ o que ‘ojalá no hubiese mentido’, en ese momento no acepto a esa persona, la quiero cambiar. Y no está en mi mano cambiar su actitud. Eso depende de ella solamente: puedo pedirle que no lo haga y eso no es garantía de que no vuelva a suceder. En cambio si me digo ‘Ella ha mentido. ¿Qué puedo hacer ahora?’, esto me da más poder. Está en mi ámbito de actuación, ahora me ocupo de mi malestar desde una posición en la que no sufro y no pierdo energía.
#4: La importancia de acoger los pensamientos negativos y no rechazarlos.
Aunque existen corrientes que abogan por favorecer y trabajar el pensamiento positivo, ignorar los pensamientos negativos o estresantes, puede generar una guerra interna al rechazar lo que ocurre dentro de nosotras. Los pensamientos no cuestionados siempre vuelven de una manera o de otra. Si siento una emoción difícil como la culpa, la invitación es a observar el pensamiento o los pensamientos que las han precedido. Si esos pensamientos no se cuestionan, no se resuelven, esa culpa seguirá presente.
#5: Cuestiona tus pensamientos.
Creer firmemente lo que pensamos no siempre nos hace felices. Cuando creemos lo que pensamos tenemos emociones fuertes y reaccionamos ante lo que sucede. En la medida en que indagamos en nuestros pensamientos y experimentamos el hecho de no creerlos se va generando un espacio entre la emoción y el acto.
#6: No tengas resentimientos.
Deja de lado el resentimiento, la envidia, los rencores. Las emociones que te hieren pueden hacerte más daño que las personas que te han hecho daño.
#7: Sé amable.
Algo tan sencillo como ser amable con los demás, te puede hacer más feliz. Decide ser amable, ponerte al servicio de los demás, el contribuir a que este planeta sea un lugar mejor sin esperar nada a cambio es una manera de salir del embelesamiento y es una fuente de felicidad.
#8: Conecta con los otros.
Hay estudios que demuestran que cuidar nuestros vínculos afectivos aumenta la esperanza de vida. En ocasiones nos centramos en nosotros mismos y olvidamos que no vivimos aislados, que nos necesitamos unos a otros, que somos vínculo. Las relaciones personales son el trampolín para la felicidad y la liberación personal.
#9: Da las gracias todas las noches.
Lo llaman el poder de la gratitud. A veces olvidamos dar las gracias por todo lo que la vida nos da, y olvidar hacerlo no nos permite apreciar y valorar lo que tenemos, lo que hemos vivido, lo que somos. Haz el siguiente ejercicio: escribe 3 cosas que quieras agradecer de tu día cada noche. Hacerlo durante semanas aumenta los niveles de felicidad.