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De nada sirve hacer ensaladas aburridas y con pura lechuga, ya que después terminamos picoteando cualquier cosa durante el resto del día…
Levanta la mano si también eres culpable de vez en cuando de preparar ensaladas fomes, en donde sólo ponemos lechuga para que tengan pocas calorías. Luego rápidamente volvemos a tener hambre y ganas de comer algo con más sabor y entretenido, y terminamos picoteando cualquier cosa. ¿Les suena familiar?
Claudia T. Felty, nutricionista, compartió una foto en su Instagram mostrando la diferencia entre una ensalada mal hecha y una inteligente. A la izquierda vemos una ensalada fome, baja en calorías y grasas, mientras que a la derecha vemos una con proteínas, grasas sanas, carbohidratos, vegetales y aderezo. Para nosotras está muy claro cual se ve más atractiva, rica, y a la vez saludable.
La nutricionista en el comentario explica que la ensalada de la izquierda al final del día nos juega una mala pasada, ya que quedaremos igual con hambre. Cuando quedamos con hambre caemos en la tentación de picotear y comer snacks todo el día, y por eso debemos evitar hacer esas ensaladas que no nos dejan satisfechas. Una opción muy completa y saludable es la que describe ella: Mix de lechugas, tomate, zapallito, choclo, palta, camarones, semillas de sésamo y un aderezo.