Malas noticias para las que tienen sueño intermitente: según un estudio reciente, las sesiones intranquilas de sueño pueden estar causando más ansiedad y estrés durante el día…
El estudio analizó los efectos de la falta de sueño en los niveles de ansiedad de los participantes, y encontró que eran mucho más altos después de una mala noche, que de una de sueño profundo. Así que si te sientes ansiosa, aquí te dejamos algunos hábitos nocturnos que pueden estar afectándote:
1. Posponer la alarma: Posponer la alarma no sólo afecta tu ciclo de sueño, pero también puede hacer que termines apurada y te estreses aún más. Elimina de tu mente el botón de posponer, y fija tu alarma para la hora en que te tengas que levantar. Ni antes, ni después.
2. Irse a dormir a diferentes horas: Cambiar constantemente la hora en que vas a la cama o despiertas, puede ser la causa de tus problemas para dormir. Intenta fijar un horario que calce mejor con tu estilo de vida, e intenta crear una rutina nocturna que te ayude a relajar y caer en un sueño profundo.
3. No hacer del sueño una prioridad: Hay días en los que deseamos que hubieran más horas para terminar todo lo que tenemos que hacer, pero acostarse más tarde o derechamente no ir a dormir, no es una manera sostenible o sana de vivir. Asegúrate de tener por lo menos siete horas de sueño cada noche, poniendo una hora límite cada noche para terminar todo lo que tengas que hacer.