La mayoría de nosotras se ha enfrentado a más de un antojo en su vida – algunas más que otras, obviamente. Pero, ¿cómo los tratamos? Existe un enfoque sicológico para el tratamiento de la ansiedad y esto empieza por “ser conscientes de lo que estamos comiendo”. Es bastante simple, pero quizás puede ser más difícil cuando lo ponemos en práctica.
Comer conscientes se trata de simplemente estar al tanto de lo que comemos, sin embargo, no es para que te sientas culpable o con la idea de constante de que hiciste una mala elección. El propósito de esto es que estés al tanto de todo lo que está pasando con tu cuerpo. La tendencia general es a comer a ciegas y al final del día no tenemos idea de que hemos ingerido en cada comida.
Así es como se empieza la práctica de comer conscientes:
– Empieza con un favorito: Elige tu alimento favorito o uno que realmente disfrutes y comes con frecuencia.
– Siéntelo: Observa su aspecto, tacto, textura y olor. Aprecia el aspecto y olor de tu alimento y empieza a observar las sensaciones que pasan en tu cuerpo, especialmente en el estómago y en la boca.
– Observa antes de masticar: Una vez que tomas el primer mordisco, observa la sensación de la comida en tu boca sin masticar. Con cuidado, piensa en el sabor de esta comida.
– Anda lento y piensa: Mastica lentamente y haz una breve pausa. Piensa sobre la ubicación de la comida en tu boca, así como también en el sabor y la textura. Concéntrate en cómo el sabor y textura cambian a medida que continúas masticando.
– Pausa: Antes de tragar, presta atención a la necesidad de tragar. Hazlo conscientemente y nota la sensación de la comida viajando por el esófago hasta el estómago. Presta atención a cualquier sensación física.
– Siéntete agradecida: Tómate un momento para expresar tu gratitud por la comida, por aquellos que te la dieron y por la forma en que se hizo. El concepto de gratitud te ayudará en el proceso global de comer consciente.
La práctica de comer consciente tiene varias técnicas que puedes implementar para empezar con una alimentación saludable y romper los malos hábitos alimenticios. Te recomendamos estos siguientes consejos que puedes poner en práctica hoy mismo:
– Suelta tu tenedor entre cada bocado: Esto te ayudará a ser consciente de la porción y de lo que estás comiendo (y qué tan rápido!).
– Toma por lo menos 30 minutos en terminar una comida: Disminuir la velocidad le permitirá a tu cuerpo procesar la leptina, que desencadena la sensación de saciedad en el cerebro.
– Come cuando tengas hambre y no te prives: Esto evita los antojos antes de que sucedan y además, la privación puede conducirte a una obsesión por la comida.
– Concéntrate en comer: Cuando comes, no hay que hacer nada más. Por lo general, uno come mientras está trabajando, viendo TV, moviéndose a algún lugar o concentrada en otra cosa que no tiene ver con la comida. Hazte un tiempo y céntrate sólo en los alimentos y en cómo afectan tu cuerpo.