El estrés es dañino y difícil de dominar. Generalmente es parte de un círculo vicioso que puede causar caos y arruinar nuestra felicidad, relaciones, cabello, piel, sueño, todo! Y a pesar de que evitarlo es difícil (sobre todo en el mundo acelerado de hoy), reconocer y atacar la fuente de ansiedad es una de las mejores maneras de mantener los niveles de estrés controlados y de llevar una vida saludable.
Sigue bajando para conocer dos estrategias que te darán una dosis instantánea de calma!
Ejercicio de respiración de 12 tiempos
Hay una lógica tras esa sensación ultra calmada que sientes después de una clase de yoga. Simplemente respirar le da a tu cuerpo el oxígeno que tan desesperadamente necesita, alivia tensiones y ayuda a calmar niveles crecientes de estrés.
Estimular el sistema nervioso parasimpático (aquél responsable de tus respuestas al estrés) a través de respiraciones profundas se ha demostrado que beneficia al corazón, el cerebro, la digestión y el sistema inmune. Cuando empieza la ansiedad tendemos a aguantar nuestra respiración y/o respirar de manera superficial, elevando inconscientemente nuestros niveles de estrés y básicamente sofocándonos.
Si no sueles practicar yoga o simplemente no alcanzas a hacerlo, lo único que debes hacer es concentrarte en ahondar tu respiración. Para mejores resultados intenta inhalar hasta la cuenta de cuatro, mantener tu respiración otros cuatro segundos y exhalar usando el mismo conteo. Repite cuantas veces sea necesario, en la oficina, un avión o incluso una cita! Nadie lo sabrá…
Baño caliente
En los días que no estás ocupada o tienes unos 30 minutos de sobra, se recomienda salir a caminar o tomar un baño caliente. Caminar es genial porque ayuda a que salgas literalmente del ambiente o espacio estresante, y te calmará instantáneamente, y un baño caliente con aceites relajantes es también una excelente opción para calmar los nervios y relajar tus músculos.
¿Qué haces tú para liberarte del estrés? Cuéntanos en los comentarios de más abajo!