No queremos proponernos esos típicos objetivos como ir más al gimnasio, gastar menos, comer mejor o dejar de fumar. Solo queremos ser más felices, pero sabemos que esto suena más lindo que posible y en realidad parece un poco abstracto. Pero, nada más lejos de la realidad, porque sí podemos plantearnos objetivos reales y factibles que nos harán ser más felices de forma concreta.
#1: Concretar momentos en los que te has sentido feliz.
Es el punto de partida para el resto de propósitos de esta lista. Completa esta frase: “Soy feliz cuando….”
#2: Trabajar cada día en tu propio estado de felicidad.
Crea un espacio deliberadamente en tu agenda. Por una parte, saber que te espera ese momento más adelante te ayudará a despertar anticipación e ilusión y, por la otra, después del momento tendrás esa energía para continuar.
#3: Dejar de obsesionarte con la idea de demostrar que eres feliz.
Esa obsesión por la felicidad tiene una serie de consecuencias que nos llevan a oponernos a la realidad. Nos referimos también a esa obsesión por mostrar en redes sociales una felicidad fingida y obligatoria que puede no coincidir con la realidad.
#4: Dedicar un momento al día a observar nuestro mundo interno.
Sin quietud mental la felicidad no es posible, por eso es recomendable hacer ejercicios muy sencillos de meditación a diario.
#5: Cambiar el “tengo que…”.
El “tengo que” acompaña la mayoría de nuestras listas de pendientes o de buenos deseos, pero ahora deberías reemplazarla por la siguiente frase: “cCómo me voy a sentir cuando lo consiga…”.
#6: No poner condiciones a la felicidad.
No pienses que sólo vas a ser feliz cuando logres o alcances algo, puedes ser feliz de un montón de formas distintas. No te condiciones.
#7: No resistirse a los malos momentos.
Evidentemente, la tristeza, el dolor o cualquier experiencia negativa de la vida no nos crearán felicidad pero, son claves para nuestro desarrollo personal. No debemos huir de nuestra realidad.
#8: Intentar entender de qué se trata exactamente la felicidad.
La felicidad real no se basa en la ausencia de emociones perturbadoras, sino en sentirse conectado con la vida. La cuestión es sentirse vivo para poder apreciar la vida.
Aunque no lo creas, el cerebro se puede entrenar para ser más feliz y depende de nosotras y de las desiciones que tomamos, cómo podemos construir nuestra propia felicidad y bienestar.
La felicidad no se puede alcanzar si nosotras no hacemos un trabajo anterior, por eso acá te dejamos 9 claves que te ayudarán a lograr un máximo nivel de bienestar.
#1: Acepta la realidad y no luches contra ella.
La felicidad está directamente relacionada con nuestros pensamientos. Es por esto que hay personas que en contextos difíciles saben ser más felices que otras que teniéndolo todo no consiguen serlo. No depende de cuánto tengas o de lo que logres sino de cuanto pienses en lograr ser feliz. Y es que el gran error que cometemos es querer que el momento presente sea perfecto tal y como nosotros mismos consideramos la perfección. La única manera de ser feliz es aceptando la realidad, amando lo que es. El estar luchando constantemente contra la realidad solo genera sufrimiento.
#2: Pon atención a tus quejas.
Dicen que las personas que no se quejan son más felices. Intentar dejar de quejarse es ir contra una mismo, entonces, observa tu queja, acéptala. ¿Cómo te hace sentir? ¿Qué pensamientos la sustentan? Anota estos pensamientos, haz una lista, cuestiónalos.
#3: No trates de cambiar a los demás.
Otro de los grandes errores que cometemos y que nos impiden ser más felices es intentar cambiar a las personas que nos rodean. Si pensamos que alguien ‘no debería mentir’ o que ‘ojalá no hubiese mentido’, en ese momento no acepto a esa persona, la quiero cambiar. Y no está en mi mano cambiar su actitud. Eso depende de ella solamente: puedo pedirle que no lo haga y eso no es garantía de que no vuelva a suceder. En cambio si me digo ‘Ella ha mentido. ¿Qué puedo hacer ahora?’, esto me da más poder. Está en mi ámbito de actuación, ahora me ocupo de mi malestar desde una posición en la que no sufro y no pierdo energía.
#4: La importancia de acoger los pensamientos negativos y no rechazarlos.
Aunque existen corrientes que abogan por favorecer y trabajar el pensamiento positivo, ignorar los pensamientos negativos o estresantes, puede generar una guerra interna al rechazar lo que ocurre dentro de nosotras. Los pensamientos no cuestionados siempre vuelven de una manera o de otra. Si siento una emoción difícil como la culpa, la invitación es a observar el pensamiento o los pensamientos que las han precedido. Si esos pensamientos no se cuestionan, no se resuelven, esa culpa seguirá presente.
#5: Cuestiona tus pensamientos.
Creer firmemente lo que pensamos no siempre nos hace felices. Cuando creemos lo que pensamos tenemos emociones fuertes y reaccionamos ante lo que sucede. En la medida en que indagamos en nuestros pensamientos y experimentamos el hecho de no creerlos se va generando un espacio entre la emoción y el acto.
#6: No tengas resentimientos.
Deja de lado el resentimiento, la envidia, los rencores. Las emociones que te hieren pueden hacerte más daño que las personas que te han hecho daño.
#7: Sé amable.
Algo tan sencillo como ser amable con los demás, te puede hacer más feliz. Decide ser amable, ponerte al servicio de los demás, el contribuir a que este planeta sea un lugar mejor sin esperar nada a cambio es una manera de salir del embelesamiento y es una fuente de felicidad.
#8: Conecta con los otros.
Hay estudios que demuestran que cuidar nuestros vínculos afectivos aumenta la esperanza de vida. En ocasiones nos centramos en nosotros mismos y olvidamos que no vivimos aislados, que nos necesitamos unos a otros, que somos vínculo. Las relaciones personales son el trampolín para la felicidad y la liberación personal.
#9: Da las gracias todas las noches.
Lo llaman el poder de la gratitud. A veces olvidamos dar las gracias por todo lo que la vida nos da, y olvidar hacerlo no nos permite apreciar y valorar lo que tenemos, lo que hemos vivido, lo que somos. Haz el siguiente ejercicio: escribe 3 cosas que quieras agradecer de tu día cada noche. Hacerlo durante semanas aumenta los niveles de felicidad.
Si bien puede ser difícil despertar con “el pie derecho” todas las mañanas, eso no significa que siempre estemos haciendo nuestro mayor esfuerzo. A veces necesitamos un poco de ayuda extra, desde un entrenamiento matutino a una sesión de meditación rápida. Como sea, sabemos que empezar bien el día no sólo nos ayudará a tener unas 24 horas más felices y productivas, sino que también a sentirnos más seguras y preparadas para lo que se nos presente a lo largo del día.
Una forma de asegurarnos que vamos por el buen camino es practicar estas 4 cosas que te detallamos a continuación con la mayor frecuencia posible.
Sé honesta.
La honestidad es siempre la mejor ruta a seguir. ¿Cuántas veces has dicho una mentira (incluso si es pequeña) y ha funcionado a tu favor? Sí, tal vez pasó una o dos veces, pero confía en nosotras cuando decimos que no siempre será así. Trabaja para ser honesta, contigo misma y con los demás, los 365 días del año, y las cosas buenas se te presentarán.
Fíjate metas para ti misma.
Todos tienen objetivos, pero no todos trabajan activamente para alcanzarlos. Descubrimos que al escribir todos nuestros objetivos, grandes o pequeños, nos ayuda a lograrlos en lugar de solo hablar de ellos. Llegar a ellos nos hace más felices y más motivadas. Es una reacción en cadena, así que sigue estableciendo esos objetivos y, si tienes problemas para alcanzarlos, empieza con menos.
Practica decir No.
Por alguna razón loca, decir que no está mal visto en muchas situaciones, pero puede hacerte más bien que mal si lo usas correctamente. Las personas aprecian la honestidad por encima de cualquier otra cosa. Esto también ocurre cuando realmente no tienes ganas de salir a tomar algo, pero tu amiga te está rogando: si quieres quedarte, meterte en la cama y despertar sintiéndote renovada, entonces defiéndete y haz lo que quieras.
Nunca te olvides de ti misma.
Esto es algo que pasa con demasiada facilidad para todas y cada una de nosotras. Estamos tan concentradas en asegurarnos de que las personas cercanas a nosotros estén felices, que muchas veces nos perdemos en hacernos felices a nosotras mismas. Bloquea unas pocas horas cada semana para hacer lo que sea que quieras hacer y practica ese amor propio, en realidad nunca puede salir mal.
Hacerte algunas preguntas importantes te ayudará a descubrir tus fortalezas y debilidades. Hay una belleza en descubrir cómo tu tipo de personalidad te prepara para ciertos roles y esto te ayudará a prepararte para enfrentar cualquier cargo u obstáculo que la vida te depare, también significa conocerte por dentro y por fuera.
#1: ¿Qué actividad te llena de alegría?
Intenta responder esta pregunta lo más rápido posible. Dentro de un segundo. Esto te ayudará a descubrir no solo lo que te da alegría en la vida, sino lo que te ayudará a crecer. Tal vez sea la clave para iniciar un negocio. Quizás es el hobby al que necesitas dedicar más tiempo.
#2: Si un trabajo o relación te hacen infeliz, ¿Te quedas o te vas?
Solo tú sabes esto sobre ti. ¿Te has quedado demasiado tiempo en un trabajo, relación o amistad que te agota o te hace sentir infeliz? A veces, nos mantenemos en cargos o en relaciones que nos hacen infelices. Si algo te hace infeliz, no importa si te describes como un individuo fuerte o más pasivo, nunca debes dejar que se interponga en tu crecimiento.
#3: ¿Qué te detiene a cortar las cosas que te hacen infeliz?
Ahora piensa en las razones por las que te has quedado en situaciones que te hicieron infeliz. Ese es el problema que debes resolver. El obstáculo que se interpone en el camino de tu éxito. Cuando se trata de tu felicidad, no hay nada más importante y siempre debe ser lo primero, incluso si te hace infeliz para empezar.
#4: ¿Qué crees que es posible para ti?
Esta es tu oportunidad de soñar en grande. Todos tenemos grandes sueños que nos mantienen en movimiento, nos mantienen motivadas y hacen que los largos caminos parezcan valer la pena. Cuando respondas a esta pregunta, no deberías detenerte. No te burles de algo porque piensas que es imposible. Porque la verdad es que nada lo es. Y una vez que creas esto, serás imparable. Para ti, solo debe haber un destino, y ahí es donde debes dirigirte.
#5: ¿Cómo haces del mundo un mejor lugar?
A veces, podemos estar tan ocupadas y atrapadas en nuestras propias vidas que nos olvidamos de devolver. Pero estos no tienen que ser grandes gestos; probablemente hagas tanto por otras personas a diario que ni siquiera te das cuenta.
#6: ¿Cómo quieres que te perciban los demás?
Reconocer cómo quieres que los demás te perciban te ayudará a convertirte en la mujer que quieres ser. Imagina lo que quieres que otros digan sobre ti cuando no estás cerca. Quieres que digan cosas increíbles porque eres una persona increíble. ¡Entonces, sé esa persona y dales algo bueno de qué hablar!
#7: ¿Cómo crees que otros te perciben ahora?
Esta pregunta difiere de la anterior. Te estás preguntando cómo crees que la gente realmente te ve ahora. Lo importante de esta pregunta es que te enseñará más sobre ti misma que sobre otras personas. Te ayudará a descubrir tus debilidades y defectos percibidos, para que puedas convertirlos en fortalezas.
#8: ¿Crees que tu destino está predeterminado o en tus manos?
Cualquier cosa que creas afecta la forma en que llevas tu vida. Si crees que tu destino está predeterminado, aceptarás los fracasos y lo reducirás al destino. Pero si no crees en el destino, te permitirás sentirte mal por algo porque es tu decisión. Tener un equilibrio entre los dos es bueno. Debes aceptar lo que sucedió y seguir adelante rápidamente, pero también reconocer dónde te equivocaste para que puedas mejorar.
#9: En tu opinión, ¿Cuál es el significado de la vida?
Pregúntate, ¿por qué estás aquí? ¿Qué impacto tienes en el mundo y en las personas que te rodean? Esta pregunta te proporcionará una respuesta profunda que te hará darte cuenta de que eres especial para este mundo y que no sería lo mismo sin ti. También to motivará, ya que verá los efectos positivos de tus acciones en lugar de centrarte en las negativas. Esta es una de las preguntas más poderosas que debes hacerte si quieres tener éxito, definir tu moral y saber cuál es tu posición.
#10: Si te dieran un totalmente libre, ¿Qué harías?
La forma en que pasas tu tiempo si fueras completamente libre dice mucho sobre ti. Si tuvieras una tarde libre de la nada, ¿volverías corriendo a la cama? ¿O harías algo que agregue valor a tu vida? Si tu respuesta es algo que te mantiene lejos de las personas, entonces sabes que debes trabajar para hacer cosas valiosas con tu tiempo. Y esto solo traerá alegría a tu vida.
Nuestra vida – al igual que nuestro closet, garage, bodega y otras áreas de almacenamiento – pueden llenarse con el tiempo de cosas que no nos sirven. A veces pensamos que necesitamos aferrarnos a las cosas que hemos acumulado, sim importar lo inútiles o, en algunos casos, tóxico que pueda haberse convertido. Tal como deberías hacer una limpieza a fondo en tu casa una vez al año para librarte de todos los objetos que ya no quieres o no son necesarios y están ocupando espacio, debes hacerlo con tu vida: con las relaciones tóxicas y otros comportamientos o interacciones poco saludables que pueden afectarnos o estar frenándonos para ser mejores personas.
Ahora que estamos en Marzo y el año está oficialmente empezando, aquí te dejamos una guía completa para hacer la limpieza anual del alma y desintoxicar tu vida!
1. Las amistades disfuncionales.
Identificar las relaciones tóxicas:
De vez en cuando, puedes experimentar la epifanía en que te das cuenta de que una amistad realmente te hace sentir frecuentemente más mal que bien. A veces, puedes arreglar estas amistades, pero otras veces la dinámica es simplemente demasiado disfuncional como para hacer que valga la pena. Las amistades son por elección, después de todo no tienes que mantenerte involucrada con alguien que es una influencia negativa en tu salud o tu felicidad. Los signos de toxicidad incluyen un esfuerzo unilateral en la relación, una competencia constante, los comentarios pasivos-agresivos, la crítica y los comentarios insidiosos.
Activamente eliminar la relación:
1. Tener la conversación incómoda. No vas a querer hacerlo, pero no puedes ignorar a un mejor amigo. Recuerda, la dinámica es la tóxica, no la persona, lo que significa que probablemente se siente de la misma manera que tú acerca de la relación. Esta forma de pensar es también útil para la manera en la que te acercas y tu enfoque de la conversación, ya que así evitarás culpar a tu amiga o amigo en favor de la identificación de las formas que hacen que tu dinámica esté quebrada.
2. Después de haber sido honesta con tu amiga, tienes que estar en paz con tu decisión sin importar lo que pase. Quizás esa persona comente cosas de ti a tus espaldas con el fin de sentirse mejor con la situación, pero no te debe importar si lo hace. Ese tipo de comportamiento hace al otro quedar mal, no a ti (siempre y cuando tu tampoco estés haciendo eso).
3. Sé tu propia mejor amiga. Es posible que te sientas mal por tu amiga o culpable por sacarla de tu vida; sin embargo, ¿qué pasa contigo? Hay una razón por la que decidiste poner fin a esa amistad, no lo olvides. No te quedarías en una mala relación romántica porque te sientes mal por la otra persona (¡esperamos!). Esto no es diferente.
2. Lazos románticos poco sanos.
Todas los mantenemos en algún punto de nuestras vidas: los tipos Mr. Big, esos que dan y quitan , dan y quitan hasta volvernos locas y finalmente nos vuelven locas, porque dejamos que un hombre abuse emocionalmente de nosotras de esa manera. Tu Mr. Big es poco probable que un día decida que te ama. Simplemente no funciona de esa manera. Si siempre te está tratando de esa forma en que puede dejarte o tomarte cuando quiera, es porque puede hacerlo, y finalmente, te va a dejar.
La ciencia explica nuestra adicción a este tipo de hombres. Según los estudios, el rechazo de un “Mr. Big” enciende la misma parte del cerebro que se ilumina cuando tenemos un antojo de algo adictivo. Esto significa que si quieres eliminar de tu vida esta relación tóxica para que puedas pasar a estar con alguien que realmente quiere estar contigo, tienes que tratarlo de la misma manera como lo harías con otro mal hábito: Cortarlo de golpe. Sin llamadas, mensajes de texto, mensajes de voz, etc. Este es un paso sumamente difícil pero es la única salida. Él tratará de querer volver, pero de la misma forma en la que te trataba antes. Tú mereces más!
3. Las obsesiones desalentadoras de las Redes Sociales.
La ciencia ha demostrado que esas personas que odiamos pero seguimos (una clase placer culpable) puede hacer sentirnos mejor; sin embargo, eso supone que te sientes mal. Te aconsejamos que te animes a vivir una vida que no requiera de este tipo de relación “te sigo pero te odio”, y dejar de seguir a todas esas personas cuyas publicaciones te provoquen sentimientos negativos, independientemente de lo que signifiquen para ti en la vida real. Quizás sea difícil cortar el cordón, pero te producirá menos ansiedad si sólo sigues a las personas o cuentas que te hacen sentir positiva. Esto incluye cortar el cordón de los Instagrams de ex novios, de sus nuevas amigas, ese hombre que te ignoró después de la primera cita, etc.
4. Otros malos hábitos…
Aquí nos queremos enfocar en cómo poder tratar la ansiedad que nos lleva a cualquier mal hábito, como fumar, tomar en exceso, etc. Aquí hay cuatro recomendaciones:
1. Identifica tu gatillante. ¿Vas por una copa cuando estás estresada o deprimida? ¿O son ciertas situaciones o amigos que provocan este comportamiento no deseado? Trata de deducir cuándo y dónde eres más susceptible a caer en ese vicio.
2. Ahora que ya has identificado esos factores desencadenantes, puedes comportarte de una manera más consciente. Digamos que tu gatillante de fumar es la ansiedad. La próxima vez que te sientas ansiosa, identifícalo como un factor desesncadenante de fumar y reemplaza el cigarro por otro comportamiento. Salir a correr, llamar a una amiga, hacer yoga, etc.
3. No trates de eliminar la secuencia habitual de pensamientos de una sola vez. Este nuevo entrenamiento tarda un poco en sustituir al antiguo, y si estás tratando de decirte a ti misma que no pienses en un trago, todo lo que haces es justamente pensar en eso. Es importante que sólo te centres en los pasos – qué produce los sentimientos o pensamientos negativos e identificar cuál es el comportamiento de tu activación. Con el tiempo, el segundo comportamiento se convertirá en parte de tu naturaleza.
4. ¿Recuerdas esos factores desencadenantes de los que hablamos antes? Algunos de esos pueden ser fácilmente eliminados mediante simples cambios en tu entorno. ¿Hay alguna amistad tóxica que te pone ansiosa y te hace fumar demasiado? Deja de salir con esa persona. ¿Sólo fumas cuando estás tomando? Podría tener sentido dejar el trago mientras estás tratando de dejar de fumar. Una vez que hayas dejado el hábito, puedes descorchar una botella para celebrar.
5. Pensamientos Negativos.
Las 4 preguntas:
Los sentimientos negativos nos inundan a todos en diferentes grados. Algunas personas son más propensas a la negatividad debido a la combinación de naturaleza y educación, pero la vida puede cambiar drásticamente cuando los pensamientos negativos son sustituidos por otros más positivos. Nos encanta esta estrategia para hacer frente a esas voces desagradables en la cabeza y se trata de responderte las siguientes cuatro preguntas:
1. ¿Es ese pensamiento cierto? Ejemplo: Siento que voy a ser despedida.
2. ¿Estoy absolutamente segura de que es verdad? Ejemplo: Bueno no, no tengo ninguna prueba todavía. Pero están haciendo cortes y mi jefe parecía enojado conmigo ayer.
3. ¿Cómo me siento cuando pienso en ese pensamiento? Ejemplo: Me siento estresada, distraída y desanimada.
4. ¿Quién sería yo sin este pensamiento? Ejemplo: Me gustaría ser una persona que disfruta de su trabajo y que está a la espera de los planes que tiene esta noche después de un buen día en la oficina.
Giro de vuelta:
Ahora, es el momento para el cambio. En este paso, se reemplaza el pensamiento negativo con el pensamiento opuesto y, a continuación, proveerte de pruebas de que la versión positiva puede ser cierto. Ejemplo: Yo no voy a ser despedida de mi trabajo. La semana pasada, mi jefe hizo un comentario acerca de lo mucho que le gusta mi trabajo. No me despedirían sin algñun tipo de retroalimentación negativa formal.
Este proceso puede parecer una forma tediosa y que consume mucho tiempo para atacar cada pensamiento negativo en tu vida, pero funciona.
Aceptación radical:
¿Otra herramienta que nos gusta para transformar los pensamientos negativos? Lo que se conoce como la aceptación radical: La aceptación radical significa que aceptas algo completamente, sin juzgarlo. Por ejemplo, aceptar radicalmente el momento presente significa que no luchas contra él o tratas de cambiarlo en algo que no es. Para aceptar radicalmente el presente significa que debes reconocer que el presente es el resultado de una larga cadena de acontecimientos y decisiones tomadas por ti y otras personas en el pasado.
¿Qué te parece este proceso de desintoxicación interna de cuerpo y mente? ¿Estás dispuesta a intentarlo? ¡Cuéntanos en tus comentarios!
Esto no lo enseñan en la escuela de medicina, pero es un hecho relativamente bastante conocido que, siempre y cuando el sistema nervioso esté relajado, el cuerpo es capaz de hacer una autosanación del organismo.
Decir que uno se puede curar a sí mismo es un poco de paradoja, porque aunque el cuerpo está equipado para curarse así mismo, las investigaciones sugieren que no se puede pasar por el proceso de autosanación sola. Se necesita el amor y el apoyo de coaches, terapeutas, etc. Desafortunadamente la mayoría de los proveedores de salud no tienen idea de cómo ayudar a los pacientes a facilitar la autosanación. Sin embargo, existen 6 pasos de autosanación que todos puedes aplicar en su cuerpo y aumentar realmente la probabilidad de una curación espontánea. Sigue leyendo!
Paso #1: Creer en que puedes sanarte.
Tu cuerpo está muy bien equipado con mecanismos de auto-repación naturales que están bajo la influencia de los pensamientos, sentimientos y creencias que se originan en tu mente. Podemos influir en si la enfermedad se manifiesta antes de tiempo, garantizando que estos mecanismos de auto-reparación están funcionando de manera óptima. La comunidad médica ha estado demostrando por más de 50 años que la mente puede curar el cuerpo. En ciertos estudios, hasta el 80% de los pacientes tratados con nada más que pastillas de azúcar o inyecciones de solución salina dan una solución a los síntomas en un fenómeno que se conoce como “efecto placebo”.
Siempre y cuando tú creas que tu condición es “incurable” o “crónica”, lo será. Una vez que creas que la curación es posible, puede serlo.
Paso #2: Encontrar el apoyo correcto.
Decir que te puedes curar a ti mismo es una especie de término equivocado, porque los datos científicos prueban que también necesitas del cuidado de un verdadero sanador, alguien optimista que comparta sus pensamientos y creencias positivas, respete tu intuición y se preocupe por tu bienestar, con el fin de revivir verdaderamente.
Paso #3: Escucha a tu cuerpo y a tu intuición.
Si bien los doctores pueden conocer las arterias de la pierna o la anatomía de los órganos mucho mejor que tú, sólo tú sabes qué es mejor para tu propio cuerpo. Escucha a tu intuición y confía en lo que te dice.
¿No estás conectada con tu intuición? Entonces escucha a tu cuerpo, que es el vehículo que tu intuición usa para hablar contigo. Si tienes una sensación física en tu cuerpo, como dolor, naúseas, mareos, etc, pregúntale a tu cuerpo lo que está tratando de comunicarte, y escucha! Esa es la voz de tu sabiduría interior y siempre te llevará donde necesitas ir.
Paso #4: Haz un diagnóstico de las causas fundamentales de tu enfermedad.
Tu doctor te puede dar un tipo de diagnóstico – migrañas o síndrome de colon irritable o cáncer de mama, etc. Pero el tipo de diagnóstico del que estamos hablando es sobre encontrar la raíz de lo que podría haber desencadenado respuestas de estrés en tu cuerpo y desactivado mecanismos de defensa del organismo.
Las enfermedades son por lo general una llamada de atención que nos obliga a bajar y centrarnos en lo que realmente es cierto en nuestras vidas. Podemos jugar a ser víctimas o usar la enfermedad como una oportunidad para despertar. ¿Qué aspectos de tu vida están activando tus respuestas de estrés? ¿Qué actividades que inducen relajación – como la meditación, la expresión creativa, la risa, trabajar en lo que te gusta, masajes, yoga, etc – has estado descuidando?
Paso #5: Escribe tu propia receta.
Esta no va a ser el tipo de receta que usas en las farmacias, pero sí puede incluir elementos de medicina occidental. Es más bien un plan de acción autoguiada destinada a hacer que tu cuerpo alcance un nivel óptimo de salud y la recuperación completa.
Empieza por preguntarte: “¿Qué necesita mi cuerpo para sanar?” Sé lo más específica posible y luego junta el valor necesario para poner en marcha tu plan de acción. Tu receta puede incluir cambios en la dieta, un régimen de ejercicios y un plan de entrenamiento médico convencional. Pero también puede incluir salir de una relación tóxica, renunciar a un trabajo que te hace infeliz, añadir una práctica de meditación, tomar medidas para salir de una deuda o seguir una pasión.
Paso #6: Ríndete a tu obsesión por saber resultados.
Si has seguido estos cinco pasos, entonces has hecho todo lo que está en tu poder para hacer que tu cuerpo logre milagros y el resto está fuera de tus manos. Así que toma una respiración profunda, confía en el universo y ríndete a esa obsesión de apegarte a resultados y deja que cualquier condición médica que tengas, enfrente la posibilidad de un despertar espiritual.
¿Eres lo suficientemente valiente para decir SÍ cuando tu intuición te dice que tu cuerpo necesita algo para sanar? Confiamos en ti…