Más y más evidencia está demostrando que tu hábito de azúcar es perjudicial para tu salud. Puede causar hinchazón, caries, puede desencadenar el acné y está relacionada con el aumento de peso y la enfermedad crónica. No es de extrañar que las personas estén buscando alternativas más saludables al azúcar blanco refinado. Pero, ¿el azúcar de coco es la respuesta? Esto es lo que opina el nutricionista Dr. Robert Zembroski y la dietista Stephanie Ferrari. ¡Sigue leyendo!
Primero expliquemos cómo se hacen los dos. Para crear azúcar blanco refinado, la pulpa de los tallos de la caña de azúcar se separa del jugo, y luego el jugo se procesa y se calienta hasta que se cristalice. Para obtener ese color blanco puro, por lo general se filtra y se blanquea con hueso carbonizado, por lo que si eres vegana, puede que tu azúcar no lo sea. El azúcar de coco se hace cortando la flor de la palma de coco. Una vez que se recoge la savia líquida, se calienta hasta que el agua se haya evaporado, dejando ese polvo granulado de color caramelo.
Si bien es una ventaja que el azúcar de coco se procesa menos, Stephanie explica que el azúcar de coco y el azúcar de caña blanco son edulcorantes que constan de fructosa, glucosa y sacarosa. Robert dice que ambos contienen cantidades similares de fructosa. “Demasiada fructosa en la dieta puede alterar las funciones metabólicas en el hígado y está relacionada con el síndrome metabólico, una condición de niveles altos de azúcar en la sangre, presión arterial alta, triglicéridos elevados en la sangre y obesidad”, explicó.
En cuanto al índice glucémico, una medida de la rapidez con que los alimentos elevan los niveles de azúcar en la sangre (glucosa), Robert dice que el azúcar blanco tiene un índice glucémico de alrededor de 63 y el azúcar de coco tiene un índice glucémico de 54. Stephanie dice: “El índice glucémico de azúcar de coco retrasa el aumento del azúcar en la sangre después del consumo en comparación con el azúcar de caña”. Esto se debe a que, a diferencia del azúcar de caña, el azúcar de coco contiene inulina, una fibra soluble y un prebiótico, que puede disminuir la velocidad de absorción en el torrente sanguíneo.
El azúcar blanco ofrece cero nutrición, por lo que se conoce como “calorías vacías”. Un beneficio que el azúcar de coco tiene sobre el azúcar blanco es que ofrece pequeñas cantidades de vitamina C, potasio, magnesio, calcio, zinc, hierro, cobre y fitonutrientes. Sin embargo, tendrías que comer una tonelada para obtener esos nutrientes, lo que prácticamente frustra el objetivo.
Otro buen punto que Stephanie plantea es que el azúcar de coco no sabe tan dulce como el azúcar común, por lo que si estuvieras horneando con él, tendrías que usar más para lograr la misma cantidad de dulzor que el azúcar común.
La conclusión es que no hay mucha diferencia entre los dos azúcares: ¡el azúcar es azúcar! Robert dice: “Si bien el azúcar no es saludable, si la elección es el azúcar de coco o el azúcar blanco, el azúcar de coco parece ser microscópicamente menos ofensivo”.