Por lo general somos más aficionadas a las cocinas monocromáticas y minimalistas, ya que siempre lucen amplias e impecables. Sin embargo, cuando vimos esta cocina en blanco y negro, con un aspecto más bien rústico, realmente quedamos enamoradas.
Y es que en este espacio todo combina a la perfección. El muro de baldosas (que si te fijas bien fueron pegadas con pegamento negro, quedando un frague de este mismo color) funciona como un conector entre los muebles de arriba y abajo, logrando un complemento perfecto.
Y para rematar este lindo complemento qué mejor que esas manillas de bronce que elevan este espacio aún más.
¡Sigue bajando para verla!