La dieta cetogénica es parte del pasado y lo nuevo en alimentación es algo mucho más simple que, además, cuida el planeta. Según la prestigiosa revista médica británica The Lancet, las personas deberían comer menos carne y azúcar y más frutas y verduras. Aunque son cosas súper simples, con estos pequeños cambios podríamos empujar a que las condiciones agrícolas evolucionaran a ser más sustentables, lo que disminuirá la contaminación y contribuirá a detener el cambio climático. La Eat-Lancet Commission dice que los sistemas de comida tienen el potencial de nutrir la salud humana y contribuir a construir un medio ambiente más sustentable.
Para ser sinceras, estas afirmaciones no nos sorprenden y van en línea con un movimiento que hemos visto en figuras públicas como en personas comunes y corrientes. Volverse vegano es algo más que una moda. Según las conclusiones de esta comisión, si todas las personas se cambiaran a una dieta que fuera 50% menor en carnes rojas y azúcar y mucho más alta en frutas y verduras, 11 millones de personas menos morirían prematuramente cada año.
Cuando se trata del cambio climático, hay dos tipos de personas: los que luchan contra él y los que no – pero mientras más tiempo pasa, más difícil es ignorarlo. ¿La evidencia? El elevado nivel del mar, tormentas violentas y sequías extremas; por no mencionar que el año 2015 ha sido el año más cálido registrado.
También, de acuerdo a un artículo de Quartz, el cambio climático puede también estar afectando nuestros guardarropas. Debido al agotamiento de tantos recursos naturales cruciales, una gran cantidad de materias primas para la ropa están ahora también en riesgo. Esto podría resultar en una menor calidad o agotamiento – siendo ambas perjudiciales para la industria de la moda en general y para nuestros closets.
Sigue hacia abajo para conocer cuáles son los materiales en riesgo y por qué…
1. Cashmere.
Esta fina lana crece en un tipo de cabra que reside mayormente en Mongolia y China, y está en su mejor ambiente cuando el clima es frío. Debido al aumento de las temperaturas y posteriores sequías, la calidad ha disminuido sustancialmente y millones de cabras han muerto.
2. Algodón.
La producción de algodón requiere de toneladas de agua y por desgracia, la mayor parte se cultiva en áreas que son altamente susceptibles a las sequías. El algodón extra fino está especialmente en riesgo, ya que son mezclas procedentes de África y Sudamérica.
3. Vicuña.
La lana de vicuña es muy suave y es la fibra más cara del mundo. Sólo se encuentra en una región de los Andes Centrales quiénes están luchando con una dura sequía que hace muy difícil al animal que la produce (la vicuña) poder sobrevivir.
4. Seda.
Mientras que la mayoría de la seda proviene de un gusano domesticado que vive en interiores, los gusanos de seda que vienen de la India están es riesgo debido a la infraestructura poco desarrollada con que los agricultores controlan el clima. El clima extremo en la zona ha disminuido su calidad como consecuencia.
5. Cuero de vaca.
El ganado en general puede ser muy afectado por el cambio climático ya que las altas temperaturas aumentan la probabilidad de enfermedades e infecciones de plagas, que pueden decolorar las pieles. El calor intenso también erosiona los pastizales, por lo que es más difícil cuidar de los rebaños grandes y por lo tanto, producir cueros de alto nivel.
6. Cuero de oveja.
Aunque las ovejas son muy adaptables, se enfrentan a los mismos riesgos que las vacas – un aumento en las enfermedades y una disminución en la calidad de los pastizales. Dado que la mayoría del cuero de las ovejas proviene de pequeños productores, también existe la preocupación de que no van a tener suficientes recursos para adaptarse al cambio climático, lo que limita la disponibilidad general del cuero de oveja.