A medida que vamos creciendo y madurando, vamos aprendiendo qué cosas son las que más nos gustan, con qué nos sentimos más cómodas y qué es lo que mejor nos queda. Así como descubrimos el tipo de nutrición que funciona bien con nuestro estilo de vida, o los colores que mejor favorecen nuestro tono de piel, etc, empezamos a tener nuestras preferencias personales. Incluso algunos pequeños detalles pueden marcar la diferencia cuando se trata de sentirte lo mejor posible.
El pelo no se queda atrás, y si ya tienes claro cuál es la coloración que mejor te queda, el tipo de corte y textura, hay otro factor que no puedes olvidar: la partidura. El tipo de partidura que elijas para tu peinado debe tener relación con la forma de tu rostro, es por eso que abajo te dejamos una pequeña guía para que descubras cuál debería ser la tuya!
1. En el centro.
La partidura en el centro hará que la cara se alargue, dándole a los rostros redondos una apariencia más delgada. Las partiduras al medio son buenas compañeras para el pelo largo, un corte con capas, un corte con capas que enmarcar el rostro o un flequillo contundente y parejo.
2. Diagonal.
Una partidura diagonal es una buena forma para dar volumen al pelo fino y suavizar un rostro cuadrado o una mandíbula muy marcada.
3. Al lado.
Una partidura al lado ayuda a dar volumen y a suavizar rasgos faciales muy marcados, por ejemplo una frente larga, pómulos fuertes o mentón puntiagudo.
4. Todo hacia atrás (sin partidura).
El pelo que tiene textura natural no necesita partidura, y para aquellas que no tienen textura en el cabello, ponerlo todo hacia atrás funciona muy bien para los rostros ovalados o alargados.