3 Formas De Sentirte Confiada Para Una Entrevista De Trabajo

Las entrevistas de trabajo pueden ser aterradoras, especialmente si realmente quieres el trabajo. Incluso si tienes un nudo en el estómago y las manos pegajosas con exceso de transpiración, tienes que encontrar la fuerza interior y evocar confianza antes de ir. Sigue hacia abajo para conocer estas tres formas simples de armarse de valor antes de ir a una entrevista!

 

3-ways-to-be-confident-for-any-job-interview-1667985-1456180703.640x0c

 

 

1. Termina ese diálogo interno negativo.

Todas sabemos que nuestro cerebro puede ser el peor enemigo de nuestro cuerpo, especialmente en situaciones cargadas de incógnitas. Una entrevista de trabajo es el entorno perfecto para que tu mente vaya a toda velocidad con ese diálogo interno negativo que nos dice que no tenemos suficiente experiencia, que no vamos a ser capaces, qué pasará si no podemos responder a una pregunta, si el gerente de recursos humanos me odia, etc. Todas conocemos bien este diálogo, demasiado bien. Por lo tanto ¿Qué hacer para anular ese diálogo contradictorio? El truco está en ser conscientes de estos pensamientos a medida que suceden, reconocer lo ridículo que son y reemplazarlos con la realidad.

 

 

2. Recuerda algún momento en el que estabas muy confiada.

Todas podemos tener esos momentos en que nos sentimos tímidas y dudosas, pero ¿Qué pasa si pudiéramos poner pausa a ese estado y poner play en otro minuto en el que te sentías mejor? El truco para recobrar la confianza que se ha ido es recordar algún momento en el tiempo en el que te sentías bien y confiada. No permitas que la ansiedad reemplace tu confianza. La próxima vez que te sientas pesimista o temerosa, Forbes dice que hay que hacer el siguiente ejercicio: “Siéntate y cierra los ojos, y sumérgete en lo que sientes cuando logras derribar todos los cilindros de los bolos. Detente a pensar dónde vive ese sentimiento dentro de tu cuerpo – quizás en tu estómago, en tu pecho o en la punta de los dedos. Imagínate que ese lugar de tu cuerpo es la fuente de esta energía, de este poder, de esta felicidad. Luego, cuando lo necesites, sólo céntrate en ese lugar de tu cuerpo y volverás a tu mejor estado.”

 

 

3. Acepta que el rechazo es simplemente parte de la vida.

Muchas veces las cosas son mucho peores en nuestra mente de lo que realmente son en la realidad. El rechazo no es una experiencia grata ni tampoco se siente bien, pero al normalizarlo y comprender que es simplemente parte de la montaña rusa de la vida, no lo verás como algo terrible a lo que tengas que tenerle miedo. Si no te llaman a una segunda entrevista, no te estreses o pienses que no eras lo suficientemente buena; simplemente no estabas destinada a ese trabajo. Probablemente aún no has encontrado el trabajo perfecto para ti, quizás tengas que pasar por unos cuantos antes de encontrar “el indicado”. El aprendizaje aquí es no tomarlo de forma personal o dejar que esto disminuya tu valor personal o profesional.