Si tu objetivo es quemar grasa y desarrollar músculo, tendrás que entrenar duro, ser consistente, recuperate bien (el sueño es crucial) y asegurarte de proporcionarle a tu cuerpo el combustible adecuado para que funcione bien y repare tus músculos.
Comer antes es clave.
Presta atención a la hora de tus comidas y snacks para que puedas alimentar tus entrenamientos y recuperarte de la manera correcta. Si te has preguntado qué tan pronto deberías comer antes de un entrenamiento, por lo general, lo recomendable es comer de una a tres horas antes de hacer ejercicio para asegurarte de no digerir cuando llegas al gimnasio y tener combustible.
Los mejores alimentos para comer antes de entrenar.
Los snacks beneficiosos antes de un entrenamiento son alimentos altos en carbohidratos y bajos en proteínas para la energía y la resistencia. Algunos ejemplos de esto son las frutas con yogur y un trozo de pan tostado con mantequilla de maní y plátano.
Qué es lo mejor para comer después de entrenar.
Llenarte de combustible antes de entrenar es importante para no sentirte letárgica, pero también es importante reponer tu cuerpo con nutrientes una vez que hayas terminado el ejercicio. Lo mejor es comer 30 minutos después algo que sea rico en proteínas con carbohidratos para reconstruir y reponer los músculos. Algunas ideas son la leche con chocolate o un batido de proteínas.
Qué deberían ser tus macros.
Todos los macronutrientes son necesarios para que tu cuerpo funcione de la mejor manera, pero también los ‘alimentos divertidos’ forman parte de una dieta equilibrada. Si estás tratando de mantener o aumentar tu masa muscular, no debes omitir ningún grupo de alimentos, ya que todos trabajan juntos para ayudar a que tu cuerpo funcione de manera óptima. ¡Sí, eso significa comer los carbohidratos!
Los alimentos como el pollo, el pescado, los huevos, la soja, las legumbres y los frutos secos son excelentes fuentes de proteínas, pero también debes consumir carbohidratos porque ayudan a alimentar tus entrenamientos y son la primera fuente de energía del cuerpo.
Las grasas por lo general se asocian con ser malas, pero el consumo de grasas saludables ayuda a preservar y reparar los músculos. También transportan nutrientes a las células y ayudan a los aminoácidos que provienen de las proteínas a llegar al tejido muscular. Larga historia corta: todo se trata de equilibrio.
No olvides hidratarte.
Junto con comer carbohidratos y proteínas, también se recomienda tomar de dos a tres tazas de agua una o dos horas antes de hacer ejercicio, y de dos a tres tazas justo después de hacer ejercicio, como regla general. Esto puede variar según el estilo de entrenamiento que estés realizando, tu edad, altura y peso.
Al final del día, el momento de las comidas y los snacks depende de ti y de tu metabolismo, digestión y de lo que te haga sentir mejor.