Hace unos meses, abundaba el rumor de que Beyoncé estaba nuevamente embarazada – hasta que publicó en su cuenta de Instagram una foto tomando una copa de champán. Como sabemos, el consumo de alcohol es un gran No cuando estamos esperando un hijo, por lo que cuando ella mostró esta imagen, quedó demostrado que la noticia no era cierta.
Y esto es así, ¿cierto? El embarazo significa no beber ni una gota de alcohol. Si vemos a alguien con una copa de trago en la mano, entonces inmediatamente desechamos la opción de que pueda estar embarazada. Sin embargo, los números muestran un panorama diferente. Según los datos, una de cada diez mujeres embarazadas informan que sí consumían alcohol, definido como al menos una copa en los últimos 30 días. Sabemos hace mucho tiempo que el consumo excesivo de alcohol durante el embarazo está relacionado con el síndrome de alcoholismo fetal. Pero, la opción de tomar por ejemplo, una copita de vino en la fiesta de año nuevo, está siendo adoptada por un número creciente de embarazadas y sus médicos.
Sigue hacia abajo para averiguar qué hacemos y qué no sabemos acerca de tomar alcohol y el embarazo.
El consumo de alcohol y el embarazo no se deben mezclar.
Una amplia investigación ha demostrado que beber en exceso mientras estás embarazada pone en riesgo a la guagua de tener problemas de aprendizaje, problemas de conducta y otras enfermedades. Los expertos llaman a esto Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF), y que afecta a un estimado de 40.000 bebés cada año.
Las malas formaciones físicas son fáciles de identificar, pero los problemas del comportamiento o neurocognitivos son mucho más difíciles. Se necesitan ensayos más sutiles y que necesitan de más tiempo, no se pueden detectar estos problemas en el nacimiento. Es necesario ver cómo el niño se desarrolla y aprende. Las personas no siempre piensan en preguntar sobre la exposición al alcohol en el útero cuando se le diagnostican estos problemas.
¿Existe una cantidad de alcohol “segura”?
Por razones éticas obvias, los investigadores no pueden darles diferentes cantidades de alcohol a mujeres embarazas para ver cómo resultan sus hijos. Así que, los estudios buscan que la ingesta de alcohol prenatal, generalmente obtienen los datos a través de cuestionarios que las mujeres responden sobre sus hábitos de consumo. Esta es una de las razones por las cuales no se puede determinar la cantidad exacta de alcohol que causa EDAF. Otra razón, por supuesto, es que nuestros cuerpos no se comportan exactamente de la misma manera unos de otros. Las personas metabolizan el alcohol de manera diferente y cada feto se ve afectado por muchas razones, como la genética, las condiciones ambientales, etc.
Han habido algunas investigaciones convincentes que muestran que un consumo mínimo durante el embarazo no se asocia con problemas de conducta en la infancia, pero no se sabe a ciencia cierta su hay una cantidad segura de alcohol que una mujer embarazada pueda consumir. En estos casos, siempre es mejor pensar que ante la duda, es mejor abstenerse, aunque suene un poco frustrante.
Por qué algunas mujeres toman.
Emily Oster escribió el influenciador (y controversial) libro de embarazo Expecting Better: Why the Conventional Pregnancy Wisdom Is Wrong — and What You Really Need to Know hace unos años atrás. La economista de profesión se abasteció de todos los datos detrás de las muchas advertencias que se les da a las mujeres embarazadas.
En el caso del consumo de alcohol, se concluyó que la evidencia muestra que no hay nada de malo en tomar dos bebidas por semana durante el primer trimestre, y hasta una bebida al día en el segundo y tercer trimestres. Sus consejos no son tan diferentes a los que están dando en el resto del mundo. En Reino Unido, por ejemplo, el Colegio de Obstetras y Ginecólogos dice que “no hay una cantidad segura probada de alcohol que se puede beber durante el embarazo”, pero luego dice, “se recomienda que no bebas alcohol durante los tres primeros meses de embarazo. Beber pequeñas cantidades de alcohol después de este tiempo no parece ser perjudicial para el feto, pero no se debe beber más de una o dos unidades, y no más de una o dos veces por semana”.
El argumento para dejar de tomar.
A pesar de que – o quizás debido a – el creciente número de mujeres embarazas que admiten beber un poco, la AAP ha publicado recientemente un informe que indica que “No hay ningún trimestre seguro para beber alcohol” y “ninguna cantidad de ingesta de alcohol que deba ser considerada como segura”.
Escribieron: “Sabemos que el alcohol tiene algún efecto sobre el feto. Hay otros factores que pueden afectar la salud del embarazo y frente a los cuales no tienes control – pero eso es algo que sí se puede controlar. Se trata de proteger a nuestros niños y su inteligencia”.
La línea de fondo.
Hay una buena cantidad de estudios que demuestran que el consumo ligero de alcohol no es peligroso. Es que nadie sabe exactamente dónde es el punto de corte, entonces ¿Dónde deja eso a una madre embarazada? Al igual que una gran cantidad de decisiones en la vida – si te subes a una moto, pruebas una comida en la calle, etc – la elección de tomar o no durante el embarazo, es ese punto crucial entre querer vivir la vida o querer tomar riesgos, y todos pensamos esas decisiones de manera diferente.
La votación de varias personas para saber sus opiniones no será de gran ayuda, porque, seamos realistas – puedes encontrarte con gente que te dirá lo que quieres oír. Toma la decisión tú misma y según tu manera de ver la vida y el mundo.