Por mucho que nos encante una buena manicure en gel, no siempre nos gusta tener que pagar extra cuando llega el minuto de sacarla. Entonces, si quieres ahorrarte algo de plata, te contamos que es perfectamente posible hacer este proceso en casa y sin poner en riesgo la salud de tus uñas.
Lo que necesitas:
Una lima de uñas, quitaesmalte de acetona, bolas de algodón, papel de aluminio, un empujador de cutículas o un palito de madera.
Paso #1:
Toma tu lima y pule ligeramente la parte superior de cada uña para eliminar aproximadamente el 50 por ciento del color del gel. Esto rompe la capa externa de esmalte y permite que la acetona se filtre mejor. Ten cuidado de no limarte demasiado.
Paso #2:
Remoja el algodón en la acetona y ponlo sobre toda la uña antes de envolver la punta del dedo con papel de aluminio para mantenerlo en su lugar. Repite en cada dedo. Esto permite que la acetona haga su trabajo y afloje el gel sin evaporarse. Relájate y deja que actúe durante unos 10 a 15 minutos.
Paso #3:
Desliza el papel de aluminio y el algodón de un dedo. El esmalte debe pelarse alrededor de los bordes. (De lo contrario, envuélvelo de nuevo y déjelo en remojo por más tiempo). Usa tu empujador de cutículas para levantar ligeramente el esmalte restante. Está bien aplicar un poco de presión, pero trata de no raspar agresivamente la uña. Repite en cada dedo.
Paso #4:
Una vez que te hayas quitado todo el esmalte, limpia suavemente los bordes finales que quedan. Luego lávate bien las manos con agua y jabón y termina con un aceite de cutícula hidratante o una crema para manos de alta resistencia.
Voilà! Un tratamiento digno de una experta.