Ocurre de repente: una pérdida de pelo excesiva. “Si notamos que la densidad del cabello ha disminuido, que el cuero cabelludo ha empezado a clarear, se debe acudir a un dermatólogo”, dice el dermatólogo Miguel Sánchez Viera. Si no se llega a este extremo, no sería necesario alarmarse. Es importante recordar que se estima que en promedio perdemos entre 100-150 cabellos al día. El pelo tiene sus ciclos: fase anágena, catágena y telógena. En esta última los cabellos se desprenden para dar paso a una nueva melena y coincide con la transición del verano al invierno.
Además, hay otros factores que juegan también un papel clave. La caída de pelo extraordinaria es algo más que una preocupación estética. El estrés, la ansiedad, los estados depresivos y todo lo que compete a una sobre tensión emocional se relacionan con un descenso de la densidad del cabello. Resulta imprescindible el diagnóstico personalizado para saber cuál es realmente la causa y determinar el tratamiento profesional.
Otros síntomas clave para detectar una caída de pelo extraordinaria:
1. Si la caída deja pelones circulares por distintas zonas del cuero cabelludo.
2. Si existe picor en la zona donde se nota menos densidad.
3. Si la pérdida de pelo afecta sobre todo a la línea de implantación frontal.
4. Si en la zona donde se está perdiendo pelo existe rojez o inflamación alrededor de los folículos.
5. Si la zona donde se ha perdido pelo está bien delimitada y tiene aspecto de cicatriz.
¿Es posible prevenir la caída del cabello?
Dejando a un lado los factores genéticos, para lucir un cabello sano es fundamental llevar una dieta equilibrada. Es importante no descuidar la ingesta de hierro a través de carnes rojas y verduras; ni la de zinc, presente en carnes y pescados. Además, son importantes las vitaminas A y B y evitar hábitos alimenticios basados en hidratos de carbono, azúcares y minimizar el consumo de aquellos platos ricos en sal ya que pueden hacer que el cabello se caiga, esté más débil, fino y quebradizo.
Por otro lado, la estimulación de la circulación sanguínea del cuero cabelludo es una manera de mantener activos los folículos pilosos (lugar del nacimiento del pelo) ya que permite una mayor entrada de nutrientes al tiempo que elimina las toxinas.