La acidez estomacal es lo peor, y ya sea que estás embarazada o eres propensa a ella, siempre estamos buscando formas de evitarla. Sabemos que hay ciertos alimentos (los ácidos, por ejemplo) que deberíamos evitar, pero ¿qué hacer para evitarla por completo? Afortunadamente, hay algunas cosas que podemos hacer para eliminar este malestar. Aquí te las contamos.
1. No tomes mucha agua con tus comidas.
Trata de tomar agua entre tus comidas en lugar de una gran cantidad durante ellas. Si tomas grandes tragos es probable que inhales más aire de lo normal, creando más gas. Los músculos alrededor de tu esófago necesitan practicar tragar más, y eso no lo pueden hacer mientras tomas rápido. En cambio, simplemente bebe lento y no demasiado con tus comidas.
2. Come porciones más pequeñas.
Si puedes, trata de no comer tres grandes comidas al día. El estómago lleno puede hacer que la válvula entre el estómago y el esófago (conocida como el esfínter esofágico inferior) se relaje, empujando los ácidos del estómago hacia el esófago. Aunque te cueste acostumbrarte, comer cinco comidas más pequeñas durante el día puede ser de gran ayuda.
3. Evita recostarte justo después de comer y come 3 horas antes de acostarte en la noche.
Si quieres evitar la acidez estomacal, evita comer justo antes de irte a acostar. La comida necesita tiempo para que la gravedad haga su trabajo, avance y empiece el trabajo de digestión. Te ayudará mucho comer al menos tres horas antes de ir a la cama.
4. Mantén un registro de tus comidas.
Si estás tratando de descubrir qué alimentos son los que realmente te causan la acidez estomacal, lo mejor que puedes hacer es llevar un registro diario de lo que comer. De esta manera, puedes observar un patrón y eliminar o agregar comidas.
Tener un intestino sano puede parecer un concepto insignificante que se te viene a la cabeza producto de la popularidad de los probióticos. Pero, teniendo en cuenta que el intestino afecta diferentes aspectos de la salud, incluido el sistema inmunológico y el equilibrio hormonal, es importante mantenerlo en buen estado.
Sigue leyendo porque aquí te contamos de cuatro formas de mantener tu intestino saludable y feliz.
1. Come más fibra.
La fibra es un componente importante para que los alimentos digeridos se muevan a través de nuestro cuerpo. Comer suficientes alimentos fibrosos garantiza un movimiento saludable, lo que significa que el cuerpo no se aferre a ninguna toxina.
2. Toma probióticos.
Tomar probióticos es altamente beneficioso para la salud ya que contienen cepas de bacterias potentes que ayudan a equilibrar y restaurar las bacterias buenas del intestino. No necesariamente tienes que consumir productos de origen animal para obtener los probióticos, hay muchas opciones veganas como el miso y tempeh.
3. Relájate.
Estar estresadas afecta nuestra salud tanto como con nuestro bienestar mental. Hay una razón por la cual experimentamos malestar estomacal cuando estamos estresadas o ansiosas: cuando se libera cortisol -principal hormona del estrés- puede causar una respuesta inflamatoria en el intestino, haciéndolo un lugar menos propenso a que crezcan las bacterias buenas.
4. Evita los antibióticos.
Producto de que los antibióticos no pueden distinguir las bacterias buenas de las malas, a veces terminan eliminando ambas, dejando tu colonia de bacterias buenas agotadas y alterando el ecosistema del intestino.
El agua tiene beneficios para la salud más allá de la hidratación, incluyendo más energía y una piel más saludable. Por el contrario, también hay muchos efectos negativos de no tomar suficiente agua. Lo expertos recomiendan beber al menos 2 litros diarios, pero con nuestro ocupado horario y agitado estilo de vida es fácil olvidarnos. Por eso, aquí te dejamos unos consejos útiles para que tomar agua sea parte de tu rutina diaria.
1. Fija una alarga: Usa tu celular para ayudarte a recordar que tomes agua durante el día. Es además una buena razón para tomarte una pausa de la pantalla, levantarte de tu escritorio y tomar un buen sorbo de agua.
2. Toma agua con gas: Si estás dejando la bebida, toma agua con gas en su lugar. Además puedes elegir opciones con sabor para hacer la transición más amigable.
3. Usa una app: Lleva tu conteo de agua al celular. Hay varias aplicaciones que te animan y recuerdan tomar agua durante el día.
4. Actualiza tu botella de agua: Tomar agua puede ser más atractivo si usas una linda y estilosa botella.
5. Abastécete: Que no te pille con las manos vacías. Deja botellas de agua en el auto, en tu bolso de deporte y en tu escritorio, para que así estés siempre lista para hidratarte.
6. Prueba sabores frutales: Agrégale al agua tu fruta favorita y haz infusiones naturales.
7. Tómala caliente: Cambia un poco las cosas y toma una taza de té caliente.
8. Ten un partner: Recluta a una amiga para hacer el desafío de 30 días contigo: 8 vasos de agua diarios por 30 días. No sólo te sentirás mejor, sino que empezarás con el hábito de tomar mucha agua todos los días.
9. Deja un vaso en tu velador: Así te puedes hidratar apenas te despiertas y empiezas el día con ánimo de tomar agua.
10. Post it: Deja notas adhesivas alrededor de tu casa y oficina para recordarte que te toca tomar un vaso de agua. Porque siempre se necesita un poco de impulso!
El Instituto Americano para la Investigación del Cáncer compartió recientemente sus mejores consejos para la pérdida de peso saludable, y la verdad es que no podríamos estar más de acuerdo con ellos. A continuación te contamos cómo funciona y cómo aplicarlos a tu vida diaria.
1. Fijan pequeñas metas.
Establece pequeños objetivos para ti que sabes que son alcanzables y puedes lograr. Puede ser agregar un minuto más a tu rutina de ejercicio o preparar una receta saludable. Una pequeña acción positiva conlleva a otra.
2. Comen vegetales.
Agregar verduras es un hábito importante para la pérdida peso. En lugar de negarte los alimentos que amas, céntrate en reemplazar algunos por alimentos nutritivos y saludables. Las verduras son bajas en calorías pero te mantendrán satisfecha.
3. Se mueven.
No es ningún secreto que más movimiento lleva a más éxito en la pérdida de peso. La actividad física regular es un componente clave cuando se trata de mantener o perder kilos. El movimiento no significa necesariamente horas en el gimnasio, tu rutina puede ser simplemente salir a caminar o experimentar con diferentes tipos de ejercicio.
4. Controlan sus porciones.
Este hábito diario requiere un poco de consciencia y atención cuando se trata de comer. Estudios recientes sugieren que varias estrategias que usan el conocimiento de la porción pueden resultar en una significativa pérdida de peso en un plazo de un año.
Reduce la velocidad en la que comes, sé consciente de cuánto estás comiendo, suelta tu tenedor entre mordiscos y no permitas que tus ojos que sean más grandes que tu estómago.
5. No se beben las calorías.
Si no logras dominar tu tentación por las bebidas azucaradas o el alcohol, es hora de que lo hagas. Estos líquidos agregan calorías adicionales sin nutrientes beneficiosos. Por cada bebida azucarada que cambies por agua u otra opción sin calorías, ahorrarás de 100 a 300 calorías.
6. Cuidan sus snacks.
Si quieres adelgazar no tienes que cortar tus snacks, simplemente tines que elegirlos de manera inteligente. Un snack saludable es una forma de prevenir los atracones de azúcar y las malas decisiones cuando tienes mucha hambre.
7. Equilibran el cardio con entrenamiento de peso.
Una combinación de cardio con resistencia y entrenamiento con pesas es la forma más efectiva de perder peso haciendo ejercicio. Incluir entrenamiento de fuerza a tu rutina algunas veces a la semana te ayuda a desarrollar musculatura y quemar calorías, además de ser una excelente forma de prevenir lesiones.
Si estás cansada de oír que la clave para la pérdida de peso son el ejercicio y las porciones pequeñas, te contamos que hay otras formas menos conocidas y un tanto raras para poder controlar tus kilos.
Estos trucos te pueden soñar algo extraños, pero al menos dales una oportunidad porque ralamente funcionan!
1. Come chocolate en el desayuno.
Para aquellas que tienen un gusto insaciable por lo dulce, ceder a los antojos puede realmente frenarlos. No estamos sugiriendo que te comas una barra de chocolate al despertar, pero puedes añadir unos pocos chips de chocolate a tu avena, disfrutar de un batido, o morder una barra de chocolate y almendras. Conseguir un poco de sabor de algo dulce en la mañana es una manera saludable de tener tu mente tranquila y liberada del antojo, el que después te puede llevar a comer un gran helado de chocolate.
2. Trozos grandes.
Puede tratarse de una ensalada, sopa, sofrito, cazuela, etc, pero mantén las verduras en trozos grandes. No sólo vas a tardar menos tiempo en preparar tu receta, sino que además requieren de más masticación y esfuerzo, lo que significa que necesitarás mas tiempo para comer y te sentirás más satisfecha, lo que se traduce en comer menos. O también puedes probar el enfoque opuesto y cortar las verduras en pequeños trozos, lo que va a engañar a tu cerebro y hacerle creer que hay más en tu plato y creerás que estás comiendo más de lo que realmente es.
3. Come con un chico.
Los estudios muestran que comer frente a un hombre te hace comer menos!
4. Compra con efectivo.
Comprar las comidas con efectivo en lugar de tarjeta te hace estar más consciente de cuánto estás gastando, por lo que eres menos susceptible a comprar comida que realmente no necesitas.
5. Toma agua tibia.
En lugar de un frío y refrescante vaso de agua, estudios muestran que un vaso de agua tibia o incluso caliente antes de las comidas puede hacer que te sientas satisfecha más rápido, por lo que terminarás comiendo menos.
6. Come acompañada.
Cuando las personas comen solas, tienen a dejarse llevar y comer hasta tres veces más de lo que normalmente harían. Trata de comer frente a otra persona y no tiene por qué ser alguien que conozcas! Por ejemplo en el banco de un parque, en un café o en la sala de descanso de tu trabajo. Y siéntate, para que así puedas relajarte y disfrutar de cada bocado.
7. Toma una foto.
Escribir tus comidas y snacks es una forma efectiva de hacer un seguimiento de la ingesta diaria de calorías, pero a veces nos olvidamos de lo mucho que comemos. Para esto toma una foto de todo lo que comes durante el día, incluso si es un puñado de M&M, para que así puedas recordar con precisión todo al final del día.
8. Haz públicas tus comidas.
La planificación de las comidas es genial, pero si no lo sigues, todo lo que anotaste en tu lindo cuaderno no tendrá ningún efecto en la pesa. Escríbelo en una pizarra para que así tú y todos los demás puedan verlo, ya que esto hace que sea más fácil cumplirlo. También te obliga a ser más responsable de la elección de alimentos saludables. No te sentirás tan orgullosa si tu menú semanal tiene una mezcla de pizza, cereales y comida para llevar.
9. Pon un espejo.
Colgar un espejo en la pared al lado de tu mesa te permite verte a ti misma y lo que comes, y hay estudios que confirman que esto puede prevenir que comas en exceso.
10. Usa velas.
Enciende una vela de vainilla! Esta esencia tiene un efecto calmante para el cerebro que puede ayudar a calmar los antojos.
11. Usa platos azules.
El azul puede ser un color entretenido y vibrante que te encanta usar, pero cuando se trata de la comida no es el color más apetecible. Mientras que no vas a agregar comida teñida de azul a tu menú, servir la comida en un plato azul, o usar servilletas o un mantel azul, tienen el mismo efecto.
12. Usa el dimmer.
De la misma forma en que la música puede tener un efecto calmante, lo mismo pasa con la iluminación. Estudios muestras que disfrutas más y comes menos si estás con la luz adecuada. Plantas, manteles, cuadros, chimenea y música clásica ayudan a añadir un factor de felicidad, para que tengas en cuenta cuando comas en tu propia casa.
Entre sus atribuciones de aumentar el metabolismo y su capacidad de prevenir los resfríos, el té verde es una clase de milagro dentro de tu taza. Si bien hay varias razones para disfrutar de él cada día, muchos se preguntan si una taza es suficiente para poder recibir sus aclamados beneficios. Antes de abusar de su consumo, es importante saber si es posible tener demasiado de algo bueno, y la verdad, los resultados te sorprenderán. Sigue leyendo!
Si te encuentras tomando una o dos tazas de té verde al día, estás haciendo las cosas bien! El Dr. Zhang Zuo Feng, investigador de epidemiología del cáncer en la UCLA y en la Universidad de Maryland Medical Center, recomienda beber dos a tres tazas de té (no mugs) al día, lo que será beneficioso para tu salud.
Sin embargo, el consumo de hasta cinco tazas se ha demostrado que disminuye el riesgo de cáncer de estómago. De echo, si estás tratando de perder peso y aumentar tu metabolismo, los mejores resultados se han visto al consumir siete tazas al día. Además, muchos otros estudios médicos han demostrado que mientras mayor cantidad de té verde que consumas al día, mejores son los beneficios, siendo el límite 10 tazas. Si eres sensible a la cafeína o sufres de insomnio, 10 tazas de té verde diarias serán probablemente una dosis demasiado alta para tu sistema, independiente de sus beneficios.
De todas formas, hay algunas pocas consecuencias negativas al tomar mucho té verde. Los taninos se que se encuentran tanto en el té verde como el té negro pueden disminuir la absorción del ácido fólico, que es una importante vitamina que ayuda a disminuir los defectos de nacimiento. Si estás embarazada o estás tratando de quedar embarazada, deberías limitar tu consumo de té verde a dos tazas al día, o saltarlo por completo. El té verde también puede interferir en la absorción del hierro, por lo que es recomendable que evites el té verde con las comidas y te limites a tomarlo entre ellas.
Es posible que hayas empezado muy bien el día, sin embargo, pueden pasar muchas cosas en 12 horas. Sigue hacia abajo y lleva a cabo esta lista cada noche para asegurarte que tendrás un mejor día cada mañana!
1. Come sano: Para los que cocinan su propia comida es más fácil perder o mantener el peso. Aprovecha de preparar cosas sanas y bajas en calorías.
2. Relájate con un agua de hiervas: Un té caliente ayuda a relajarse y bajar la actividad, perfecto para prepararse antes de ir a la cama.
3. Deja hecho tu bolso de deporte: Cada ayuda por pequeña que sea, hace que no pierdas la constancia y tu hábito de ir al gimnasio. Correr en las mañanas te hará olvidar el par de calcetines (u otra cosa) y hará que pierdas la motivación.
4. Adelante! toma una copa: No hay nada de malo con relajarte con una copa de vino cada noche, incluso puede ser bueno para ti! Mira esto.
5. Sé organizada: Has que tu día siguiente sea menos agitado organizándolo la noche anterior. Preocúpate de dejar los platos lavados, la ropa ordenada y así mantendrás el orden de lo que te rodea.
6. Estiramiento: Un buen estiramiento puede ayudarte a estar más flexible mientras también ayuda a reparar los músculos. Prueba una secuencia de yoga antes de dormir.
7. Haz que dormir sea una prioridad: Saltarte horas de sueño puede causar presión arterial alta, un sistema inmune agotado e incluso el aumento de peso. Asegúrate de configurar una hora de acostarte que te dé por lo menos 7 horas de sueño.
8. Déjalo ir: Si te acabas de comer una caja de galletas o perdiste tu sesión de ejercicios, déjalo ir! Mañana será otro día.
9. Apaga los aparatos electrónicos: Responder emails o quedarte leyendo en tu ipad puede dificultarte conciliar el sueño. Fija un límite para el uso de los aparatos electrónicos y asegúrate de no pasar la noche mirando la pantalla desde tu cama.
10. Relájate con una rutina antes de acostarte: Tener una rutina para dormir ayuda al cuerpo a prepararse para el sueño. Cualquiera sea la que elijas, preocúpate de que sea coherente para lograr el mejor sueño posible.
11. Tener un snack saludable en la noche: Si te ataca el hambre en la noche, asegúrate de tener a la mano snacks saludables a los que puedas acudir en caso de emergencia.
12. No olvides la hidratación: No tomaste los 8 vasos de agua hoy? Asegúrate entonces de tomar suficiente agua durante la comida y evita siempre las bebidas soda y los jugos.
13. Deja preparado tu almuerzo: Ahorra dinero, calorías y tiempo, dejando listo la noche anterior un almuerzo saludable.
14. Haz lo que te calma: Necesitas ver algún programa de TV? meditar unos minutos? Haz lo que sea que necesites para clarificar tu mente, te lo mereces!
15. Sáltate el postre: Las indulgencias son necesarias para una mente sana y feliz, pero el hábito de consumo crónico de azúcar puede hacer que tu cuerpo se acostumbre a esta materia refinada. Si tienes el antojo de algo dulce, opta por un plato de fruta o un pedazo de chocolate amargo.
16. Planifica tu siguiente día: Tome un poco de tiempo esta noche para planificar tu día siguiente. Planea tu tenida para la oficina, echa un vistazo a tus próximas reuniones y haz un plan para hacer frente a la lista de tareas pendientes.
17. Consiéntete: No dejes que el estrés se lleve lo mejor de ti; asegúrate de programar el tiempo en la noche para regalonearte. Puede ser un baño de tina con espuma, prender unas velas, etc, Un par de minutos de felicidad es beneficioso para tu salud!
18. Suma a tu total: No alcanzaste a encajar en un entrenamiento hoy? No tienes que preocuparte, Puedes hacer algunos movimientos en tu casa antes de acostarte que te ayudarán.
19. Felicítate: Desde levantarte temprano para correr antes del trabajo, o hacerlo muy bien en una presentación, siempre hay algo que merece que te felicites a ti misma por lo que lograste!
20. Ríete: No importa lo terrible que puede haber estado tu día, intenta hacer algo que te haga reír. Después de todo, la risa es lo mejor para bajar tus niveles de estrés, además de pasarlo bien!