Trabajar desde casa puede ser tan desafiante como cómodo. Claro, no hay que salir corriendo o luchar contra el tráfico de la mañana, pero puede parecer que siempre estás en el trabajo, y eso puede ser agotador y estresante. Cuando tu oficina también es tu hogar, puede ser difícil mantenerte productiva y concentrada, así como terminar de trabajar al final del día.
Mantener un equilibrio trabajo/vida exitoso cuando se trabaja desde casa requiere disciplina y paciencia, y para esto lo recomendado es establecer una serie de límites para protegerte emocionalmente. Con eso en mente, acá te dejamos cinco consejos para establecer límites que pueden evitar que te sientas abrumada o ineficiente.
1. Mantén un calendario.
Establecer tus horas disponibles y cumplir con ellas es imprescindible. Dile a las personas con las que trabajas cuáles son tus horas de trabajo específicas y no te desvíes de tu horario. Confiar en un horario estricto no solo to ayuda a mantener límites con tus colegas, sino también con tu familia, ya que les permite saber cuándo tienen acceso a ti. Además, tu cerebro apreciará el equilibrio entre cuándo necesita trabajar y cuándo necesita relajarse o pasar tiempo con la familia.
2. Tómate un descanso para almorzar.
Si estuvieras trabajando en la oficina, no estarías trabajando durante ocho horas seguidas, así que no esperes que lo hagas mientras estés en casa. Tomar descansos cortos durante el día te ayudará a volver a trabajar con un enfoque renovado. Aprovecha este tiempo para comer fuera de tu espacio de trabajo. Esto puede mejorar tanto el estado de ánimo como el rendimiento cognitivo.
3. Establece un lugar agradable de trabajo.
Esto no necesariamente tiene que ser una oficina formal. Puede ser, por supuesto, pero si es simplemente un escritorio en tu pieza o sala de estar, eso también funciona. Lo importante aquí es que el espacio solo se use para trabajar. De esta manera, tu cerebro sabe cuándo es hora de trabajar y cuándo es hora de relajarse en casa.
Un espacio de trabajo dedicado también establece un límite para los miembros de la familia u otras personas con las que compartas una casa, haciéndoles saber que cuando estás en tu espacio de trabajo, estás trabajando y, por lo tanto, no estás disponible para ellos.
4. Vístete.
Aunque usar pijama todo el día es tentador, desdibuja las líneas entre trabajar y relajarse. Mantén una rutina de despertarte a la misma hora todos los días y prepararte como lo harías si fueras a la oficina. Claro, puedes vestirte de manera más informal, pero asegúrate de no usar la ropa con la que dormiste. Vestirte para el trabajo puede ayudarte a hacer la transición a una mentalidad laboral al crear un límite mental entre la relajación y el tiempo de trabajo.
5. Establece una hora para terminar.
Es crucial cumplir con este límite para mantener tu bienestar emocional y lograr un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida. Apaga tu computador, silencia tu celular y deja tu espacio de trabajo hasta el día siguiente. Este es el momento para que dejes el trabajo y te unas a tu familia, o haz lo que sea que te ayude a sentirte recargada si vives sola.
Cuando terminen las horas de trabajo, ten cuidado de no caer en la trampa de tareas aparentemente fáciles como revisar revisar o responder los mails. Debes salir completamente del modo de trabajo, ya que esto es esencial para tu salud mental.