Todas adoramos el invierno, podemos estrenar nuestros abrigos, bufandas y botas, el problema está en que el mal tiempo puede arruinar las prendas, en especial nuestras adoradas botas de cuero. Pero pero asegurarnos de que no se deterioren rápidamente y de que se vean en buen estado, hay que realizarles una limpieza cada cierto tiempo. Debemos cuidar nuestras botas si queremos que duren hasta el próximo invierno. Estos son los pasos que debes tener en cuenta a la hora del cuidado de tus botas cuero:

1) Limpieza

Si tu bota tiene un anillo del sal, o está craquelada por la sal en la parte inferior o simplemente tiene manchas de suciedad del día a día, el primer paso será limpiar la bota de todos los escombros. Para manchas de sal, usa un paño suave y mójalo con una mezcla de vinagre blanco y agua (en partes iguales), y pásalo sobre las manchas. Permite que la bote se seque, y luego debes pulir con un paño seco para terminar. Intenta remover estas manchas del sal apenas aparezcan en tus botas, y si alcanzas a llegar a estas manchas antes de que estén secas, pasa un paño húmedo y con esos será suficiente. Para manchas de suciedad, usa una jabón para monturas que además de remover las manchas ayudará en el acondicionamiento e impermeabilidad de tu bota. Primero remueve la suciedad con un trapo húmedo, luego frota el trapo sobre el jabón hasta crear una espuma y después pasa el trapo por la bota. Luego de unos minutos debes quitar la espuma de la bota con un paño mojado.

2) Borrar los desgastes

Para eliminar los desgastes de la bota, solo debes mojar un paño y luego ponerlo sobre bicarbonato de sodio. Frota el paño sobre los desgaste hasta que desaparezcan. Luego deja que se seque antes de darle el toque final.

3) Prevenir futuros daños

Para prevenir futuros daños en tus botas, antes de cada temporada debes realizar este tratamiento. Rocía tus botas estando secas y limpias con un spray impermeable que ayudará a evitar las manchas. Una buena idea es alinear todas tus botas y hacerles el tratamiento al mismo tiempo.

4) Almacenamiento

Cada vez que quieras dejar tus botas secando, ya sea después de un lavado o por que la lluvia las ha mojado, déjalas en un lugar con una temperatura alta, pero NO en un lugar que esté en contacto muy directo (como en un radiador). Si la temperatura es muy fuerte puede hacer que el cuero se quiebre. No almacenes tus botas en bolsas de plásticas, ya que el cuero necesita respirar, y la falta de aire puede hacer que se seque. Y siempre antes de dejar guardadas tus botas para el próximo invierno asegúrate de hacerles una limpieza antes.