Las principales causas de estrés en la vida son fáciles de identificar: cambios importantes, enfermedades o lesiones, problemas de dinero, un calendario demasiado ocupado; en fin, la lista sigue… Pero estas no son las únicas causas que ponen en peligro nuestro bienestar. Existen otros factores leves que también son estresantes y que se ha demostrado que a largo plazo también pueden causar daños.
Antes de que te sientas ansiosa por esto te contamos, hemos hecho una lista con 10 de estos factores leves que pueden pasar disimulados pero que es necesario estar alertas para así poder trabajarlos y evitar que nos causen algún daño más adelante.
1. Acostarse muy tarde
Acostarse después de medianoche puede alterar y aumentar los niveles de estrés. En un estudio realizado a un grupo de personas, se obtuvo que los que iban a dormir más tarde eran más propensos a sufrir pensamientos negativos y bajo estado de ánimo. Sin importar las horas de sueño, las personas que se identificaron como noctámbulos eran más pesimistas, tensos y depresivos. Desde la ansiedad hasta un cerebro que no se apaga a la hora adecuada, son una interferencia para la relajación y el sueño. Los investigadores todavía no tienen certeza de si ir a la cama más tarde es la razón de las emociones negativas o si en realidad es una característica que refleja una estructura de personalidad más infeliz y estresada.
Un hábito que puede ayudar con la mala costumbre de acostarse tarde es terminar de hacer todo tipo de actividades dos horas antes de que planees dormir: Comida, trabajo, ejercicio, etc. Si te cuesta acordarte, prueba poniendo una alarma. No dudes en darte un baño caliente, esto aumenta tu grado de relajo y también te ayudará a conciliar el sueño más fácilmente.
Por último, si estás en la cama y no logras quedarte dormida, prueba haciendo el ambiente que incite al descanso. Apaga la luz, celular, televisión, etc. y sin darte cuenta el cuerpo se apagará de modo inconsciente. Aleja esos pensamientos de “no puedo dormir”!
2. Mentir
Desde pequeñas mentiras blancas a engaños masivos, la mentira puede interferir con nuestra salud mental y física, e incluso puede contribuir a problemas gástricos. Pero, la psicoterapeuta y experta en relaciones humanas Victoria Lorient-Faibish, escritora de Find Your “Self Culture, no apoya la idea de que una confesión total vaya a ser el antídoto para el estrés causado por la falta de honradez. “Muchas personas con un historial de mentiras, fantasean con la idea de la confesión”, dice. “Pero, muy pocas veces se dan cuenta de que confesar todo puede poner las cosas peores”. En lugar de contar todo a todos de una vez, Lorient-Faibish recomienda una visita a un terapeuta para primero limpiar todo con esa persona y a la vez puede ayudar a ver la mejor forma de empezar a contar la verdad.
3. Alcohol
El consumo de alcohol también estimula la liberación de cortisol. A pesar de los efectos sedantes iniciales, puede exacerbar la sensibilidad al estrés. También se ha demostrado que puede interferir con la etapa del REM, que es muy importante en los ciclos de sueño nocturno. Pero, no tiene que renunciar al alcohol por completo.
Se recomienda limitar el consumo de alcohol a un trago al día si eres mujer o dos si eres hombre (Como referencia, un trago significa 12 onzas de cerveza, cinco onzas de vino o una onza y media de licor). Más incentivos para atenerse a los límites: Los estudios demuestran que el consumo moderado del alcohol está vinculado a niveles más bajos de inflamación y puede correlacionar con menores tasas de depresión y estrés.
4. Cafeína
Todas sabemos que la cafeína es un buen estimulante, y es por esto que muchas personas se apoyan en ella a lo largo de la semana. Por desgracia, en búsqueda de una ayuda para la concentración, muchos superan la ingesta límite diaria recomendada, que es de 300 miligramos. Ingerir regularmente demasiada cafeína puede elevar la ansiedad, la adrenalina, el cortisol y la presión arterial, haciéndonos más sensibles a los factores de estrés diarios y propensas a los problemas de sueño.
Para evitar los inconvenientes por el exceso de cafeína, se recomienda evitar el café o bebidas con cafeína después de las horas de trabajo y además ser fiel al consumo permitido y no pasarse de las dos tazas de 6 onzas en la mañana. (Este límite de 300 miligramos, por cierto, es equivalente a cerca de cuatro tazas de la mayoría de los cafés, uno grande de 16 onzas en Starbucks, o cinco botellas de 20 onzas de bebida). Recuerda que la cafeína no sólo viene en el café o bebidas energizantes, también está en el chocolate, helados, etc.
5. Ejercicio
Seamos claros: El ejercicio moderado es buenísimo para la salud. Pero, porque recibimos tanto incentivo positivo para hacerlo, es posible que no nos demos cuenta cuando en realidad estamos exagerando. Hay que evitar empujarnos más allá de lo que nuestro cuerpo puede manejar, ya que se disparan las hormonas del estrés y puede perjudicar nuestro estado de ánimo.
Algunas de las señales que podrían notar que estamos con síndrome de sobre entrenamiento incluyen la dificultad para conciliar un sueño tranquilo, sentirte agotada todo el día, dificultades para enfocar la vista y falta de motivación. Si te sientes así, toma un par de días de descanso y luego cambia tu rutina de ejercicios por una un poco más ligera.
6. Chequear el correo electrónico
No se trata necesariamente de la cantidad de correos electrónicos que recibimos e un día común, ni de que nuestras bandejas de entrada se llenen de correos a la velocidad de la luz. Los estudios arrojan que en realidad se trata de que la cantidad que de veces que revisamos nuestro correo electrónico, dispara los niveles de estrés. Se ha demostrado que tres veces al día es la cantidad perfecta para revisarlo.
Si trabajas en una oficina donde el correo electrónico es el medio de comunicación, entonces aplica estos límites en tu casa.
7. El ruido
Desde bocinas de autos hasta llantos de bebés, los ruidos molestos de todo tipo ponen en marcha la respuesta del cortisol de nuestro cuerpo, que son los que elevan el nivel de estrés y ansiedad y posiblemente también el aumento de riesgo de enfermedades cardiovasculares. Mientras menos control sentimos tener sobre estas intervenciones auditivas, peor nos hacen sentir.
No tienes por qué aguantar estos molestos ruidos de vecinos y de los autos que circulan cerca de tu casa. Las alfombras y cortinas de textiles pesados son buenos aislantes del sonido. También puedes poner algo de música tranquila y si el ruido es demasiado, los tampones para los oídos son una buena solución.
8. Los desplazamientos
Las personas que recorren más de 10 millas de trayecto diario, aumentan el riesgo de ansiedad y depresión, y esto no es de extrañar, ya que cuanto más tiempo pasamos dentro del tráfico, más altos son nuestros niveles de cortisol. No importa si conduces o te mueves en transporte público, los desplazamientos largos aumentan el cansancio, agotamiento e incluso insomnio.
No pierdas las esperanzas, si bien no podemos tele transportarnos, hay un cambio de actitud que nos puede servir para hacer los viajes mas amigables. Si pensamos que estamos haciendo algo estresante, en efecto lo será. Si te mueves en transporte público, aprovecha este tiempo para escuchar música o leer un libro. Si manejas, prende la radio e infórmate de las noticias o pon tu música favorita.
9. Comida procesada
Los niveles de cortisol aumentan naturalmente cada vez que comemos, esto es porque ayuda a la descomposición de las proteínas, carbohidratos y grasas para que nuestro cuerpo pueda utilizarlos. Pero, la hormona del estrés también regula la inflamación, que puede ser causada por los alimentos procesados que contienen altos niveles de grasas trans y grasas saturadas, azúcares y aditivos químicos.
Con el tiempo, esto puede causar desequilibrios en los niveles de azúcar en la sangre, aumento de peso, problemas digestivos, supresión del sistema inmune e incluso enfermedades al corazón. Elige comer siempre alimentos naturales y enteros. Cuando compres algo, revisa la etiqueta de los ingredientes y asegúrate de que no contenga aceites parcialmente hidrogenados. Abastecerse de alimentos como nueves y almendras facilitan la síntesis e la hormona de la serotonina mientras que los Ácidos grasos Omega-3 ayudan a reducir la inflamación y la ansiedad.
10. Dietas
Puedes pensar que estás siendo saludable por mantener el control de lo que comes y que la cantidad de calorías que consumes no supere un límite determinado. Pero, las personas que hacen una dieta vigilada, a menudo tienen que verse enfrentadas a restringir los impulsos de hacer trampa, lo que fácilmente puede aumentar el estrés y la ansiedad.
Asegúrate de hacer una dieta equilibrada en que no pases hambre y estés consumiendo todos los nutrientes que tu cuerpo necesita.