Cuando nos percatamos de que nuestra carrera no está avanzando al ritmo que esperábamos (a pesar de que estemos haciendo bien nuestro trabajo), comenzamos a sabotearnos, perjudicándonos y empeorando aún más nuestra realidad laboral.
Existen muchas formas de sabotaje, pero las más comunes para nosotras las mujeres son las siguientes….
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Evitar la atención
A nadie le agradan las personas soberbias, sin embargo, si tu no te haces notar en la oficina, pasarás a un segundo plano, donde muy pocos te tomarán en cuenta. Valórate un poco más y dale a conocer al mundo todos tus logros y esfuerzos. Verás cómo en un tiempo te ganarás el cariño y el respeto de tus colegas.
Llegar tarde
Si llegas tarde todos los días, tu jefe creerá que no te estás tomando tu trabajo en serio. Así que haz un esfuerzo y levántate más temprano.
No esforzarse
Los jefes valoran mucho a las personas ambiciosas en el ámbito laboral, que se esfuerzan y sacrifican por avanzar y mejorar su realidad. Recuerda que ellos, para llegar a donde están hoy, tuvieron que trabajar muy duro, sacrificando muchas cosas.
Ser competitiva
Cuando quieres ser mejor que tus colegas, te desvives por demostrar que eres más capaz, trabajando con mayor rapidez y haciéndote cargo de más tareas. Sin embargo, esto te puede jugar muy en contra, ya que como todos sabemos “quien mucho abarca poco aprieta”.
Estar de mal humor
Cuando estas de mal humor, generas una especie de caparazón que te aísla de los demás. Esto es muy malo para tu carrera, ya que la gran mayoría de los ascensos y puestos de trabajo se logran por medio de buenas relaciones laborales.
Odiar tu trabajo
Si estas en un puesto de trabajo que no te agrada, obviamente no harás nada por mejorar. Te recomendamos entonces buscar otras opciones que te motiven más, para que seas más feliz y te den ganas de levantarte de tu cama todos los días.