Los Expertos Comparten Qué Comer (Y No Comer) Para Sentirte Mejor De Adentro Hacia Afuera

Hay muchas razones para reconsiderar tu dieta, desde preocupaciones éticas y ambientales hasta simplemente querer que tu cuerpo funcione mejor. Y cuando se trata de lo último, hay algo más que tu cuerpo físico para tener en cuenta. Sí, algunos alimentos pueden hacer que tu piel esté más brillante, el pelo y uñas más largas y fuertes, e incluso tu estómago con menos sensación de hinchazón, pero ¿Qué hay de tu cerebro? ¿La comida afecta tu salud mental? Los expertos en nutrición dicen que sí, y algunos de los principales culpables de provocar estrés y ansiedad podrían ser parte de tu dieta diaria.

Entonces, si crees que tus hábitos alimenticios han jugado un papel en cómo te has estado sintiendo y tienes curiosidad acerca de qué alimentos dicen los expertos que debes comprar y cuáles probablemente deberías omitir (o limitar seriamente), sigue leyendo.

 

 

Evitar: Azúcar.

Probablemente ya no sea una novedad para ti que se haya demostrado que el azúcar causa ansiedad. Existe una gran conexión causal con el exceso de glucosa en el torrente sanguíneo y las afecciones graves de salud mental, incluida la ansiedad y la depresión. Cada vez que tu nivel de azúcar en la sangre se eleva, tiene un efecto negativo en tu cerebro, dañando la función cognitiva y provocando confusión mental, déficit de atención y mala memoria. Además, el exceso de azúcar reduce la producción de una sustancia química llamada BDNF y niveles bajos de BDNF que están vinculados a una mayor incidencia de depresión. Esto no significa que no puedas disfrutar de un dulce dulce ocasional, solo hazlo con moderación.

 

 

Evitar: Aspartamo.

Si has recurrido a los edulcorantes artificiales como el aspartamo como un medio para reducir el azúcar, tenemos algunas malas noticias. El consumo de altos niveles de aspartamo se ha asociado con la depresión y sus metabolitos son tóxicos para las neuronas cerebrales.

 

 

Evitar: Cafeína.

Si no logras controlar tu ansiedad, hay evidencia que respalda el hecho de que reducir la cafeína puede ayudar. Si bien tu taza diaria de café aumenta su cortisol por una explosión de energía, la cafeína también eleva la presión arterial y puede causar ansiedad sintética. Trata de cambiar esa segunda o tercera taza de café por té verde, té de hierbas u otras bebidas sin cafeína.

Evitar: Gluten.

Se sabe que la ingesta de gluten está relacionada con un mayor riesgo de sensibilidades alimentarias y, naturalmente, desencadena una mayor permeabilidad en el intestino. Entonces, ¿qué tiene eso que ver con tu salud mental? Bueno, mucho en realidad, porque la microbioma intestinal controla la salud mental y la función cerebral. Sin embargo, hay que tener claro que los carbohidratos son muy beneficiosos para el estado de ánimo en las cantidades correctas. Comer una porción moderada de carbohidratos complejos, como la quinoa, puede ayudar a reducir la hormona del estrés (cortisol).

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Comer: Pescado.

El pescado salvaje, especialmente los peces pequeños como las sardinas y las anchoas, son excelentes alimentos para el cerebro, ya que tienen altos niveles de ácidos grasos omega-3 y niveles más bajos de mercurio (en comparación con peces grandes de cultivo).

 

 

Comer: Verduras de hojas verde.

Las verduras de hoja verde están llenas de ácido fólico, que es uno de los principales nutrientes importantes para reducir y controlar la ansiedad. El folato funciona junto con las B12 y B6 para prevenir la ansiedad, por lo que asegurarse de consumir suficiente de los tres es realmente importante.

Comer: Frutas y verduras moradas.

“Los alimentos azul oscuro y morado contienen antioxidantes especiales, antocianinas, que son increíblemente útiles para combatir la inflamación y son excelentes alimentos para la salud del cerebro.

 

 

Comer: Frutos secos.

Los frutos secos de árbol como las nueces, las almendras, los anacardos y las nueces de macadamia son una buena fuente de fibra dietética que alimenta nuestro microbioma o nuestras bacterias intestinales saludables. Un microbioma bien alimentado ayuda al cerebro a fabricar neurotransmisores que contrarrestan la depresión y disminuyen la ansiedad.

 

 

Comer: Palta.

Esta fruta con grasa saludable (sí, es una fruta) es una buena fuente de magnesio. Se ha demostrado que los bajos niveles de magnesio están asociados con la depresión y la ansiedad, por lo tanto, aumenta tu estado de ánimo cortando una palta en una ensalada o agregándola a tus tostadas.

7 Formas De Aumentar El Poder De Tu Cerebro

Con todas las actividades “descerebradas” que hacemos en el día, cómo el tiempo que dedicamos a navegar por nuestro Facebook o Instagram, o también esas maratónicas sesiones de Netflix, podemos sentir que nuestro cerebro empieza a convertirse en papilla…

Es increíblemente importante mantenernos alertas y hacer ejercicios para la salud mental. Tener una larga y saludable vida viene desde adentro hacia afuera, por lo que debemos estar siempre evolucionando en lugar de ser batidos por la flojera. Si tienes la inquietud de darle mayor poder a tu cerebro, sigue leyendo y conoce estas 7 formas de aumentar su poder!

 

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1. Meditación.

Disminuye la ansiedad y mejora el enfoque y concentración mediante la mejora de la conexión mente-cuerpo.

 

2. Ejercicio.

Mejorar tu estado de ánimo y aumenta la energía, un cuerpo fuerte se traduce en una mente fuerte.

 

3. Cocinar para ti.

Comprende y conoce los alimentos que estás poniendo en tu cuerpo, experimenta con diferentes ingredientes y sabores.

 

4. Comer más vegetales.

Equilibran el pH haciéndolo alcalino, lo que ayuda a la funcionalidad del sistema digestivo y las funciones cerebrales.

 

5. Leer y escribir.

Escribe tus pensamientos, sentimientos e ideas, ejercita tu creatividad mientras alimentas tu salud emocional.

 

6. Juegos de mesa.

Ayudan a estimular el lado derecho e izquierdo del cerebro, además ayudan a prevenir la pérdida de memoria a medida que envejecemos.

 

7. Dormir más!

El sueño ayuda a la mente a organizar la sobrecarga de información, esencial para un día de enfoque y la productividad.