Si te acaban de sacar el esmalte permanente y tus uñas se ven algo secas y descascaradas, no te preocupes. Aquí te dejamos una guía con el paso a paso para que vuelvan a estar fuertes y saludables!
1. Corta tus uñas.
Las uñas largas son más propensas a romperse con las actividades cotidianas. Mantén tus uñas cortas y ligeramente redondeadas en los bordes para así evitar que se enganchen en las cosas y se rompan o astillen.
2. Límalas suavemente.
Pasa una lima ligeramente sobre los bordes irregulares y las puntas de tus uñas para así suavizarlos. Esto evitará roturas, especialmente en las puntas.
3. Hidrata permanentemente.
Masajea un aceite de cutículas en las uñas y en la piel a su alrededor varias veces al día. Luego séllalo con una crema de manos espesa. Los aceites se absorben mejor en las uñas y la crema crea una barrera para que la humectación no escape.
4. Usa un tratamiento de uñas.
Tómate un descanso del esmalte durante un par de semanas y, en su lugar, aplica un tratamiento de fortalecimiento de uñas. Hay varios que contienen proteínas para fortalecer las puntas débiles, además de pigmentos brillantes que camuflan cualquier amarillez o falta de brillo.
5. Deja tus cutículas tranquilas.
Resiste el impulso de cortarlas. Tus cutículas están ahí para ayudar a proteger las uñas nuevas que están creciendo debajo (que es otra razón por la que es importante mantenerlas bien humectadas).