Durante la última década, los skinny jeans han solidificado rápidamente su posición como un elemento básico imprescindible del vestuario, parecido a una camiseta blanca lisa o little black dress. Los hemos visto evolucionar desde mezclilla sin tratamientos ni elasticidad que literalmente restringían el flujo sanguíneo a estilos elásticos halagadores y cómodos que conocemos y amamos en 2020. Ha sido un viaje largo y cambiante, lleno de todo tipo de giros y vueltas, pero sería imposible de de otra manera. Aquí, una breve historia de los skinnies en todo su esplendor.
2005: Tobillos más sueltos y cero elasticidad.
2006: El reemplazo a los boot cut. Ahora las botas se usan arriba de los jeans.
2007: Se accesorizaban con cinturones llamativos.
2008: Aparecen en todos los colores del arco iris.
2009: Se vuelven un revival del punk y el rock gracias a sus roturas y desgastes.
2010: Se les agrega un toque elevado de glamour.
2011: Llegó la era de los jeggings o jeans elasticados.
2013: De vuelta a los lavados y cortes clásicos.
2015: Empiezan a aparecer tecnologías que ayudan a lograr mejores fits y el tiro empieza a subir.
2016: Los tiros altos están oficialmente in.
2018: Los skinny jeans empiezan a perder territorio en favor de estilos de piernas más anchas o mom jeans.