Y aunque hayan mujeres como Naomi Campbell y Jennifer Lopez que logran desafiar el paso del tiempo y ser una excepción a la regla, en realidad se necesita de una gran cantidad de cuidado para poder mantener el cutis saludable y radiante a través de los años. Y como cada década necesita diferentes necesidades y prioridades de cuidado, aquí te contamos qué ingrediente es clave para cada etapa de tu vida.
En tus 20: Protector solar.
Por lo general, la década de los 20 años suele ser la más imprudente y la de menos cuidado o noción de que realmente importa lo que hagamos con nuestro cutis. Esto se debe principalmente a que nuestra piel es más resistente a esta edad. El daño solar, las líneas finas y la hiperpigmentación son sólo palabras que escuchamos por ahí pero que en realidad no hemos experimentado, ¿cierto? Incorrecto.
Lo creas o no, esta es la década para empezar a establecer algunas prácticas preventivas para mantener tu rostro radiante y saludable en los próximos años. Según un estudio de la American Society for Photobiology, los estadounidenses adquieren el 23 por ciento de su daño solar a los 18 años y obtienen aproximadamente un 10 por ciento más cada década después de eso. Entonces, para los 30, estarás viendo alrededor del 43% del daño infligido. Entonces, no te olvides de usar tu factor solar, es el ingrediente más sólido que tienes que usar en esa década. Aplícalo todos los días para evitar la flacidez de la piel, las líneas finas y las manchas producidas por el sol.
En tus 30: Retinol.
Dicho esto, muchos cambios pueden empezar a ocurrir en este momento. En primer lugar, disminuirán los niveles hormonales y disminuirá la producción de colágeno y elastina, lo que reducirá la firmeza de la textura de la piel. Además, muchas se reencuentran con sus años de adolescencia cuando los brotes de espinillas empiezan a ser más frecuentes, como resultado de una rotación celular más lenta. Para mantener el equilibrio, te recomendamos usar retinol en tu régimen de cuidado de la piel, preferiblemente por la noche. La forma concentrada de la vitamina A es una fuente de energía de belleza en la que estimula la producción de colágeno y elastina, desvanece la hiperpigmentación y puede prevenir las arrugas.
En tus 40: Antioxidantes.
Según los dermatólogos, a los 40 años, la tasa de renovación de la piel se ha reducido más del doble que la de los 20 años. Esto significa que somos mucho más susceptibles a las cicatrices, las arrugas y la pigmentación. Pero, definitivamente hay medidas que puedes tomar para evitar que esto suceda.
Al igual que SPF fue una forma clave de protección en tus 20 años (y debería ser el resto de tu vida), los antioxidantes, que se encuentran en alimentos ricos en nutrientes como uvas, arándanos y frambuesas, tienen un propósito similar a los 40 años. Ayudan a retener los niveles de colágeno de la piel y sirven como un escudo contra el daño de los radicales libres que puede conducir la pigmentación y las arrugas. Opta por sueros y cremas hidratantes con ingredientes como la luteína, el resveratrol y el ácido alfa lipoico para mantener tu cutis hidratado y protegido adecuadamente.
En tus 50: Aceites.
La hidratación debería ser tu foco principal en tus 50 años. Si aún no lo has hecho, elimina todos esos productos sin aceite (sí, todos) y prepárate para adoptar fórmulas más ricas y concentradas que empaparán tu piel con todos los nutrientes. Los ingredientes como el coco, el aceite de oliva y el aceite de moringa deberían ser nombres familiares para ti y tu rutina de cuidado de la piel. Mantén uno en stock en todo momento y aplícalo antes o mezclándolo con tu crema hidratante y cremas de noche. Estos aceites ayudarán a retener los niveles de humedad en tu rostro, manteniéndolo flexible e hidratado durante todo el día.
En tus 60 (y lo que sigue): Ceramidas.
Tu búsqueda de hidratación continúa en tus 60 años (y más), y en este punto, es hora de sacar las armas grandes. Si bien no son tan conocidos como otros ingredientes como el ácido hialurónico y el retinol, las ceramidas definitivamente pueden mantenerse en el mundo del cuidado de la piel. (Como referencia, las ceramidas son moléculas lipídicas que mantienen unidas las células de la piel, formando una capa protectora que recubre la piel y retiene la humedad.) Cuando se infunden en el cuidado de la piel, pueden ayudar a reponer los lípidos naturales que se pierden debido a los radicales.
Cuando se aplican regularmente, las ceramidas pueden restaurar de manera efectiva la superficie de la piel y la barrera natural, mejorando la hidratación y la textura general de la tez.