Ya sea si la prefieres fría o caliente, es bueno que sepas como tu ducha esta afectando a tu salud. Luego de leer esto es probable que te pienses muchas cosas.
Ducha caliente:
– Las duchas calientes pueden liberar muchas tensiones y calmar los músculos cuando están rígidos. Y si tienes una ducha potente, es incluso mejor. Deja el auto caliente actuar sobre tus hombros, cuello y espalda como una especie de masaje.
– Estudios han demostrado que tomar una ducha caliente puede aumentar tus niveles de oxitocina y aliviar la ansiedad. Por lo tanto si te estás sintiendo estresada es ideal para calmar tu día a día.
– Una ducha caliente además actúa como un descongestionante natural que ayuda a aliviar síntomas de resfríos.
Ducha fría:
– Las duchas frías, por muy inaguantables que sean, son increíbles para nuestro cuerpo. Dejar los últimos minutos de tu ducha el agua fría puede ayudarte a activar tu cuerpo. Además este cambio repentino de temperatura en tu cuerpo alivia tu cuerpo de fatigas y pone tu mente en estado de alerta.
– Una ducha fría de dos minutos diaria es recomendable como tratamiento de depresión. Asegúrate de revisar esto bien con tu doctor antes de hacerlo.
– Las duchas frías son también buenas para nuestra piel y cabello. Una ducha caliente puede secar un poco las cosas, en cambio la ducha fría hidrata, por lo que ayuda a mejorar las puntas del pelo y repone la piel.