Cuando las personas con las que pasas la mayor cantidad del tiempo no se preocupan por ver lo que estás comiendo, puede ser mucho más fácil perder el rumbo y caer en las tentaciones. Entonces, ¿Cómo puedes prevenirlo? Sigue leyendo.
1. Pide comida para llevar de diferentes restaurantes.
A veces, llegar a un acuerdo en el lugar donde quieres hacer un pedido de comida no es realista. Si tu compañera de departamento, tu pareja, etc, quiere un a pizza, pero tú quieres algo saludable, entonces no te sientas comprometida. Hacer dos paradas puede garantizar que ambos estén contentos y nadie se sienta culpable por lo que comió el otro. El tiempo extra valdrá la pena!
2. Haz preparaciones diferentes con ingredientes similares.
El problema se vuelve más difícil cuando alguien para quien estás cocinando (o quién te está cocinando) no tiene las mismas preferencias en los alimentos. En lugar de cocinar comidas completamente diferentes, puedes optar por diferentes variaciones de preparaciones con los mismos ingredientes. Por ejemplo, si tu pareja está haciendo tacos, puedes eliminar las tortillas y hacerte un bowl con los mismos ingredientes.
3. Deja la comida poco saludable en un lugar que frecuentes o uses poco.
Cuando la persona con la que vives guarda comida en la cocina que estás tratando de evitar, abrir constantemente una puerta para ver exactamente eso que quieres puede hacer que sea imposible de resistir. En lugar de mantener esos alimentos en un lugar que estés constantemente revisando, mantenerlos en un lugar diferente y menos frecuentado puede ayudar a evitar el problema.
4. No veas tu alimentación como una “dieta”.
Si consideras que tus hábitos alimenticios son una “dieta” estricta en lugar de un estilo de vida, puedes aumentar tu resentimiento hacia los que te rodean, especialmente cuando comen frente a ti esas cosas que estás evitando. Al darte cuenta de que simplemente estás tomando diferentes opciones de alimentación, en lugar de limitarte por completo, puedes ayudar a que la alimentación saludable sea más fácil.
5. Mantén snacks saludables en tu cartera.
Si mantienes un snack saludable y sabroso en tu cartera, puedes comer algo fácilmente cuando tienes hambre evitando así que rompas con tus hábitos saludables cuando te ves frente a una tentación.
6. Date un gusto de vez en cuando.
Nadie puede apegarse a una alimentación saludable todo el tiempo. Darte un gusto de vez en cuando puede hacer que tus elecciones saludables diarias sean un poco más fáciles.