¿Sabes qué es lo que deberías tomar en ayunas en cuanto te despiertas para sentirte mejor, activar tu organismo y de paso evitar la inflamación abdominal? Si en tu mente respondiste un vaso de agua tibia con limón, te contamos que no es lo correcto. Si bien es también una buena alternativa, hay otro secreto que puede ayudarte aún más. Es bastante menos conocido, pero nuestras abuelas lo ponían en práctica y tiene una serie de bondades: Se trata de una cucharada de aceite de oliva con unas gotas de jugo de limón.
¿Cuáles son sus propiedades?
Este remedio casero es la solución para todas esas personas que al comer cualquier cosa quedan con el vientre inflamado casi como si estuvieran embarazadas de tres meses. La distensión abdominal o vientre hinchado se puede producir por gases, por alimentos que consumimos y que se fermentan en exceso. El jugo de limón, sobre todo antes de las comidas, estimula los jugos gástricos, y que el aceite de oliva estimula la vesícula biliar, por lo que es la solución para evitar la hinchazón.
Esta mezcla, además de ayudar a las personas con problemas de vientre hinchado o distendido, tiene otras cosas buenas. Una cucharada de aceite de oliva de extracción en frío es una muy buena forma de empezar el día. ¿Los motivos? Este hábito puede reducir hasta en un 30% el riesgo de cualquier patología cardiovascular por su contenido en ácidos grasos monoinsaturados. Pero, efectivamente, sus bondades se incrementan exponencialmente cuando hablamos de salud intestinal. Su aporte de polifenoles tiene una especial función sobre nuestras bacterias intestinales, alimentándolas y produciendo sustancias que amortiguan la inflamación intestinal y ayudan a nuestro sistema inmunológico. Además, junto con la fibra y la vitamina C del jugo de limón, se potencian sus propiedades curativas del intestino.